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El submarino diesel B-90 “Sárov” , que este año pasó exitosamente las pruebas en alta mar, fue construido en los astilleros Sevmash, con sede en el puerto ártico de Severodvinsk, a orillas del mar Blanco, que anunciaron su entrega a la Marina de Guerra rusa.
Este sumergible es una plataforma universal de pruebas destinada a ensayar distintos modelos de armas y técnica militar, tanto en proceso de diseño como de modernización, según explicó a la agencia Interfax el portavoz de los astilleros, Mijaíl Starozhilov.
La Armada rusa informó en diciembre pasado de que el submarino está destinado para probar aparatos sumergibles no tripulados, militares y civiles, así como diversos tipos de armamento naval y proyectiles disparados con lanzaderas, tanto prototipos como modelos de prueba.
“El B-90” Sárov (proyecto técnico 20120) fue diseñado por la empresa Rubín (San Petersburgo) aún en 1989, y su construcción comenzó en secreto el mismo año en la fábrica Krásnoye Sórmovo (Nizhni Nóvgorod, en el Volga) y continuó después en Sevmash”.
Otra particularidad del proyecto experimental 20120 es que está destinado además a ensayar una nueva y singular tecnología: la instalación en un submarino diesel de un reactor nuclear en calidad de generador energético adicional, según Interfax.
La construcción se llevó a cabo en condiciones de estrictas medidas de seguridad y secretismo, pues los expertos consideran que el B-90 Sárov representa un experimento sin parangón de los científicos y los militares rusos.
De acuerdo con algunas fuentes, el nuevo submarino tiene un gran parecido con el modelo diesel Paltus del proyecto 877, pero tiene mayor desplazamiento en posición sumergida: 3.950 toneladas en vez de 3.050 en éste.
El submarino, adscrito a la Flota del Norte, según informaciones anteriores, será comandado por el capitán de navío Serguéi Kroshkin, y su tripulación - integrada por 52 oficiales y suboficiales, ya ha pasado un curso de preparación especial en una escuela de la Armada.
El digital Newsru.com recordó que la URSS había llevado a cabo un experimento energético similar cuando en 1985 un submarino diesel B-68 fue dotado de un reactor nuclear adicional VAU-6, con una potencia de 600 kilovatios, que le permitía permanecer más tiempo en estado sumergido.
Los submarinos del proyecto 20120 pueden permanecer en posición sumergida ininterrumpidamente durante 20 días, en vez de los 4 ó 5 en modelos diesel habituales.
Newsru.com indicó que varios países llevan a cabo trabajos de modernización de submarinos diesel con el fin de obtener un aparato barato que tenga la misma autonomía que los costosos modelos nucleares.
Se considera que Alemania es el país que más ha avanzado en este campo, al iniciar en 2000 la construcción de submarinos del proyecto 212A con propulsores anaeróbicos, que no necesitan aire atmosférico.
Según versiones que recoge el digital, los científicos rusos podrían haber decidido reanudar el programa soviético de instalación de mini-reactores atómicos en submarinos diesel, o bien pretenden ensayar en el B-90 un novísimo reactor nuclear de nueva generación.
Tal reactor lo mencionó por primera vez el año pasado la Gazeta de Negocios de Nizhni Nóvgorod en un artículo dedicado a la Oficina de Diseño Experimental Afrikantov, uno de los principales centros científicos especializados en reactores para submarinos.
El diario afirmó entonces que esa oficina había diseñado en 2006 el proyecto de un nuevo submarino atómico Kalitka, dotado de una instalación de vapor nueva en principio, KTP-7I Fénix.