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Durante casi dos años de clases virtuales, los niños tuvieron que adaptarse a un modelo escolar al que no estaban acostumbrados, quedando en evidencia deficiencias de conectividad y de concentración en algunos estudiantes, ocasionando un desaprendizaje importante.
De acuerdo con un informe realizado por el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE), Colombia podría caer cincuenta puntos en las pruebas PISA a raíz del impacto generado por los confinamientos de la pandemia. De hecho, en los resultados de estas pruebas, Colombia mostró un bajo desempeño en matemáticas, ya que tan solo un 35 % de los estudiantes alcanzó el nivel superior, cuando la media de la OCDE es del 76 %.
“La educación extraescolar online ha experimentado un importante crecimiento, sobre todo desde la llegada de la pandemia, ya que algunos métodos de aprendizaje online, como Smartick, se nutren de la inteligencia artificial para ofrecer programas personalizados que ayudan a los niños y adolescentes a mejorar sus conocimientos y resultados académicos, ofreciendo un plan de estudios personalizado al nivel y ritmo de cada alumno”, asegura Javier Arroyo, cofundador de Smartick y experto en educación.
Tras la pandemia se ha generalizado en todo el mundo el incremento de las clases particulares y Colombia no es la excepción, siendo matemáticas e inglés las materias más solicitadas por los padres.
De hecho, con el regreso a las aulas, los profesores, estudiantes y padres de familia asumen un gran reto para encontrar las debilidades que generó la educación virtual en algunos niños del país con el fin de fortalecer su formación académica, llevando de esta manera a un auge de clases particulares que buscan complementar lo aprendido en el colegio, no solamente para reforzar malas calificaciones, sino para asegurar una buena base en matemáticas y lectura. Todo esto con el fin de ir un paso adelante de lo que les ofrece el colegio a los alumnos.
Ahora bien, es importante que ese complemento a las clases tenga un acompañamiento personalizado.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que hay profesores que ofrecen sus servicios por horas, pero los niños dependen casi en un 80 % del docente. Por esta razón, las plataformas online se han impuesto por encima del aprendizaje tradicional como una herramienta que se apoya en la tecnología y la inteligencia artificial para incentivar las lecciones por su propia cuenta y en donde los padres de familia pueden conocer los avances de sus hijos.
No hay duda de que la transformación digital ha llevado a que el talento en áreas de tecnología tenga una alta demanda; sin embargo, estas habilidades cada vez escasean más en el país. Tan solo el 34 % de egresados de educación superior en Colombia hacen parte de las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés), cifra muy por debajo de países como Chile y México.
Lo que más valoran los padres de familia es la personalización de las clases, porque los estudiantes van avanzando a su ritmo, ya que realizan una sesión diaria de quince minutos desde casa, gracias al método de aprendizaje online de Smartick, sin desplazamientos y sin tener que corregir los ejercicios, dado que solo necesitan de un computador o una tablet. Su costo es un 75 % más barato que los profesores particulares.
Por esta razón Smartick le sigue apostando a la educación de los niños en edades de cuatro a catorce años en Latinoamérica para fortalecer el aprendizaje en dos de las asignaturas más importantes, como son matemáticas y comprensión lectora, materias que contribuirán al buen desempeño en su futuro profesional.
Este texto hace parte del gran especial de aniversario de los 135 años de El Espectador, que analiza cómo podemos tener un futuro más sostenible. Encuentre aquí el especial completo.