Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Su paso por el Pereira como asistente técnico de Santiago Escobar tal vez fue un trago amargo. Su debut en el banco efectivamente le dejó el balance negativo de un equipo eliminado de las finales y sufriendo con el tema del descenso. Tras ser nuevamente asesor de El Sachi en el Medellín, este semestre fue entonces nombrado en propiedad. Si bien no hubo críticas en voz alta, sí se habló de su falta de experiencia.
Pero Leonel Álvarez, como todo un león, con la misma tenacidad que lo caracterizó en sus años como jugador, clasificó al DIM a la final con toda autoridad y de forma anticipada. “Realmente estoy feliz, porque este éxito es el fruto de un trabajo serio en equipo. Sin embargo, aún no hemos ganado nada, apenas cumplimos una meta más”, dijo el estratega, quien con la selección de Colombia jugó 101 partidos y participó en dos Mundiales (Italia 90 y Estados Unidos 94) y en cinco copas América. Y fue uno de los artífices del título del Nacional en la Libertadores en 1989.
El hombre de la célebre frase del comercial de televisión “Listo, papito. Si es ya, es ya”, logró estructurar un equipo compacto, serio, de juego práctico y efectivo. Y es que las cifras así lo respaldan. Para empezar, fue el único invicto de los cuadrangulares y con un porcentaje del 100% de efectividad en sus juegos en calidad de visitante, con sendos triunfos sobre el Pereira, el Real Cartagena y el Júnior.
En el torneo Todos contra Todos terminó en el primer lugar, con 38 puntos de 54 posibles, para un rendimiento del 70%, con tan sólo 4 compromisos perdidos, 2 empatados y 12 ganados. En el acumulado del semestre, el cuadro paisa suma 16 victorias, 3 empates y las mismas 4 caídas, para un total de 51 unidades de 69, con una productividad del 73,9%.
Pero más allá de los fríos números, Medellín tiene en sus filas nada más ni nada menos que al goleador del campeonato, Jackson Martínez, quien con 18 tantos ha contribuido al éxito del Poderoso y hoy ya es el goleador récord en los torneos cortos del fútbol colombiano.
Luis Fernando Mosquera, quien fracasó en torneos pasados con el Santa Fe, fue pieza fundamental de la columna vertebral del cuadro rojo, que además contó con el empuje y el talento de un Choronta Restrepo que calladamente se convirtió en el motor del equipo, al igual que su arquero Aldo Bobadilla.
Así, Leonel Álvarez consiguió la llave del éxito del baúl del que salió la quinta estrella del DIM, un campeón con justicia.