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El fútbol es un deporte para que lo disfruten grandes y chicos. No hay límite de edad. Eso fue lo que mostró el club sueco AIK Solna en su partido de liga del pasado fin de semana frente al Gefle. En lugar de los habituales niños que acompañan a los jugadores al centro del campo para realizar los actos protocolarios, en esta ocasión les tocó el turno a la tercera edad.
Los socios más antiguos fueron los elegidos para acompañar a los jugadores al terreno de juego. Uno de ellos fue incluso ovacionado por la grada al tratarse de Lennart Johannson, expresidente de la UEFA, quien fue el más joven de las 12 personas que iban desde los 81 hasta los 96 años de edad.
“Una familia debe consistir en los jóvenes y en los viejos. Hoy tenemos la familia completa por la invitación y la celebración de la tercera edad”, dijo Mikael Ahlerup, titular del AIK. La campaña, además, impulsó varias medidas para que los ancianos vuelvan a los estadios. Para ellos habrá descuentos en pasajes y micros gratuitos desde y hacia los asilos. Una medida para imitar.