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Las estrellas del fútbol francés Franck Ribéry, del Bayern Múnich, y Karim Benzema, del Real Madrid, serán juzgados a partir del lunes en París acusados de haber contratado los servicios de una prostituta menor de edad.
En la apertura del proceso se espera que no esté ninguno de los dos jugadores, según el abogado de Ribéry, Carlo Alberto Brusa.
Tampoco se espera que esté Zahia (vea en imágenes a la mujer que tiene en apuros a los futbolistas franceses), la ex call-girl que saltó a la fama con este escándalo dado a conocer antes del Mundial de fútbol de Sudáfrica de 2010, y que ahora se ha lanzado al mundo de los negocios, con su propia línea de lencería.
El abogado de ésta, Daniel Vaconsin, dijo que ella "no pide nada", aparte de que se abandone el caso contra los dos jugadores.
Franck Ribéry, de 30 años, está acusado de haber mantenido relaciones sexuales pagadas en 2009 con Zahia, en particular en un hotel de Múnich. El jugador niega haberle pagado.
Por su lado, Karim Benzema, de 26 años, es sospechoso de haber tenido una relación sexual, que él niega, con Zahia en un hotel parisino en 2008. La chica tenía entonces 16 años.
Zahia explicó que había mentido sobre su edad.
Según el abogado de Franck Ribéry, aún no se ha decidido si su cliente se presentará en el proceso, previsto hasta el jueves, aunque en cualquier caso no estará al comienzo. Según Brusa, Benzema, con cuyo abogado no se pudo contactar, está en la misma línea.
El letrado se muestra sereno ante el proceso y recuerda que la fiscalía pidió el sobreseimiento del caso, en beneficio de los dos jugadores.
Y es que según la fiscalía, los futbolistas no sabían que Zahia era menor en el momento de los hechos. Según el juez de instrucción, en cambio, los jugadores no podían ignorar este hecho.
Durante la investigación, Ribéry dijo que ni sabía que se trataba de una prostituta, y negó haberle pagado 700 euros por sus servicios.
El proceso fue postergado en junio por una cuestión de procedimiento. Brusa hizo valer la imprecisión del texto que reprime la contratación de los servicios de una prostituta menor de edad, un delito pasible con hasta tres años de cárcel y 45.000 euros de multa.
Finalmente, la Corte de Casación confirmó, según el abogado, que "debe establecerse la prueba de que el acusado no ignoraba que la víctima era menor".
El letrado hizo valer que esa prueba no consta en el sumario.
"Vamos al juicio con confianza, y pelearemos", dijo Carlo Alberto Brusa, que espera que se abandonen los cargos contra su cliente.