El rey del golf recuperó su trono

Luego de 11 años sin victorias importantes y tras superar graves lesiones y muchos problemas personales, el estadounidense Tiger Woods volvió a celebrar. Ganó el Masters de Augusta, su decimoquinto “Major”

Redacción Deportes - @DeportesEE
14 de abril de 2019 - 09:59 p. m.
Tiger Woods, en el momento en que volvió a ganar el Masters de Augusta.
Tiger Woods, en el momento en que volvió a ganar el Masters de Augusta.

El domingo 14 abril de 2019 será recordado siempre por los amantes del deporte, esos que disfrutan las grandes gestas de leyendas como Tiger Woods.

El golfista estadounidense conquistó la edición 83 del Masters de Augusta, el torneo de golf más tradicional y prestigioso del mundo, para llegar a su decimoquinto Major.

Fue un sello dorado para un épico regreso deportivo tras múltiples escándalos y lesiones que amenazaron su carrera. Hace apenas un par de temporadas no sabía si volvería a jugar y este domingo regresó al trono de rey del golf, una gesta reservada para los fuera de serie.

Woods, quien comenzó la jornada final en el Augusta National dos golpes por detrás del italiano Francesco Molinari, terminó una ronda final de 70 impactos (-2) para un total de 275 (-13), uno sobre sus compatriotas Dustin Johnston, Xander Schauffele y Brooks Koepka, quienes compartieron el segtundo lugar.

Es la primera vez que Woods gana un Major sin tener la ventaja en los primeros 54 hoyos, y el Masters es su primer título importante desde el US Open 2008.

Completó de manera brillante una de las remontadas más increíbles en la historia del deporte, al imponerse en una espectacular jornada para capturar el Grand Slam número 15 de carrera. Con el triunfo, el Tigre terminó con una sequía de 11 años sin celebrar en alguno de los torneos del Gran Slam. Llegó a 81 victorias en el PGA Tour y quedó a una de Sam Snead, el jugador más exitoso en la historia del circuito.

La superestrella estadounidense de 43 años, quien se sometió a una fusión espinal en 2017 por un dolor crónico de espalda que incluso amenazaba con afectar su vida cotidiana, finalmente regresó al primer plano golfístico en el lugar en el que sorprendió al mundo al ganar su primera chaqueta verde, en 1997, cuando apenas tenía 21 años.

“Es el mejor escenario para volver a ganar. La verdad lo deseaba, pero no me atrevía siquiera a soñarlo”, aseguró Woods emocionado como nunca se le vio. Tanto que gritó, saltó y levantó los brazos al embocar la última bola, un sencillo put a menos de un metro en el hoyo 18. Sonrió y saludó a los aficionados, abrazó a su madre, sus hijos y su novia.

Luego, más tranquilo, analizó su camino al reencuentro con la gloria. Terminó una ronda final de dos bajo par (70 golpes) para acabar con 275 impactos (-13) y anotarse la victoria. Se llevó un premio de US$2,07 millones. “Claro que es mi triunfo más importante, el que más había esperado. Cuando gané mi primer grande, de una u otra manera tenía la certeza de que en algún momento llegaría, pero ahora no tenía ninguna seguridad, muchos deseos, sí, pero con eso no alcanza”, admitió.

A la caza de Nicklaus

El de este domingo fue el quinto título del Masters para Woods, el primero desde 2005, y con 15 Majors quedó a tres del histórico récord de 18 que mantiene su compatriota Jack Nicklaus.

“Una gran felicitación de mi parte para Tiger”, dijo Nicklaus a la televisión CBS. “Estoy tan feliz por él y por el deporte del golf, esto es fantástico. No es fácil regresar después de tantas lesiones, de tantos problemas. Es verdaderamente heroico recuperar la mejor forma física y mental”.

Woods estableció un récord para la brecha más larga entre dos triunfos de Masters, una sequía de 14 años, un año más que la marca establecida por el jugador sudafricano Gary Player, desde 1961 hasta 1974.

Los próximos dos grandes torneos del año se jugarán en campos en los que Woods ya ha ganado títulos: Bethpage Black, para el Campeonato PGA el próximo mes, y Pebble Beach, para el US Open de junio. En ambos, Tiger saldrá como favorito, pues la confianza con la que caminó por el Augusta National y la reacción de sus rivales no dejaron dudas de que su mejor versión está de regreso.

Ante su impresionante victoria, que triplicó la audiencia televisiva con respecto a la edición del año pasado, hasta el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el expresidente Barack Obama se unieron al coro de elogios.

“Felicitaciones a @TigerWoods”, tuiteó Trump, quien jugó una ronda de golf con él este año. “Un verdadero gran campeón”.

“Felicitaciones, Tigre”, escribió Obama. “Volver y ganar el Masters después de todos los altos y bajos es un testimonio de excelencia, agallas y determinación”, agregó.

“Estoy literalmente en lágrimas viendo a @TigerWoods, esto es grandeza como ninguna otra”, tuiteó por su parte la tenista Serena Williams, ganadora de 23 Grand Slams. “Consciente de todo lo que has pasado físicamente para volver. ¿Y hacer lo que acabas de hacer hoy? ¡Wow, felicitaciones un millón de veces! Me inspiras, gracias amigo”, añadió.

“Un GRAN enhorabuena para @TigerWoods por ganar el Masters”, puso la leyenda del baloncesto de la NBA Magic Johnson.

“¡El rugido del Tigre ha vuelto! Felicidades, Tigre! ¡Qué actuación!”, agregó el mariscal de campo Tom Brady, seis veces ganador del Super Bowl del fútbol americano con los New England Patriots.

“Tirar la toalla nunca es parte de la ecuación. Hay que seguir luchando con los desafíos que tenemos cada día. Me sentía tan preparado antes de llegar aquí. Estaba empezando a mover la bola como sé que puedo hacerlo para ganar aquí. Me duele el cuerpo. Definitivamente lo he dado todo hoy. Puedo asegurar que no voy a pegar una sola bola mañana”, comentó Tiger luego de vestirse con la chaqueta verde.

Además, reconoció que sus hijos están empezando a entender cuánto le importa el golf por algunas de las cosas que había logrado y desveló que antes solo sabían que su deporte “solo” le provocaba “mucho dolor”. “me han visto ganar, lo han disfrutado conmigo, eso no lo olvidaré jamás”.

Dijo además que seguirá tratando de conseguir victorias, pero sobre todo disfrutando en las canchas. “De 1986 es mi primera memoria del Masters. Entonces, Jack Nicklaus tenía 46 años y yo tengo ahora 43, mucho tiempo para seguir”.

Asimismo, analizó cómo fue su victoria y admitió que todos sus rivales “estaban jugando bien al mismo tiempo”.

Para Woods, una de las claves de su victoria fue su tranquilidad y preparación: “Cuando empecé como profesional era el único que iba al gimnasio, excepto por Vijay Sing. Hasta Phil Mickelson va al gimnasio ahora. Creo que he tenido algo que ver con eso, con la evolución, la transformación de nuestro deporte”.

Finalmente, tras aceptar que “el apoyo del público fue fundamental, porque sentí que realmente querían que ganara”, dijo que “puedo ganar más Majors ahora, pero no será fácil, nunca lo ha sido. Voy a jugar con menos peso sobre mis espaldas, probablemente nunca vuelva a gozar tanto como hoy, pero definitivamente lo seguiré intentando”.

Por Redacción Deportes - @DeportesEE

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