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Cuerpo sano, mente sana. Este conocido refrán está ahora respaldado por investigaciones científicas que han comprobado los beneficios que le ofrece al cerebro tener un cuerpo saludable a través de la actividad física.
Según informa la BBC Mundo, si bien dichas investigaciones se refieren a cualquier actividad física, incluso caminar, hay evidencia que no todas contribuyen de igual manera ni generan los mismos efectos. Ejemplo de ello son algunos deportes como la esgrima.
"Hace varias décadas que se ha estado acumulando la evidencia científica que indica los beneficios de la actividad física, tanto aeróbica como de fuerza (o resistencia), en la función cognitiva, tiempo de reacción y memoria, entre otras propiedades", explicó el doctor César Kalazich, especialista chileno en medicina deportiva.
Otra de las investigaciones que corroboran esta información, es un estudio publicado en 2012 por la Universidad de los estudios de Roma "Foro Itálico", en el que se comprobó que los deportes que requieren tomar decisiones en fracciones de segundos mejora la función cognitiva tanto en la gente joven como la de mayor edad, lo que permite reducir los problemas asociados con el envejecimiento. “Aquellas actividades en la que los participantes deben moverse constantemente y adaptarse rápidamente a los cambios que van ocurriendo, como la esgrima, pueden contrarrestar los efectos relacionados con el paso de los años, como problemas de aprendizaje, de la memoria y tiempos de reacción”, se explica en el artículo.
Para diferenciar los deportes, los investigadores establecieron dos categorías, los abiertos y los cerrados. "Los deportes considerados de habilidades abiertos - donde la toma de decisiones rápidas, reacciones instantáneas, de precisión en velocidad son la premisa -, serían, por ejemplo, fútbol, basquetbol, voleibol, esgrima, tenis de mesa, hockey, etc. Los otros, de habilidades cerradas, y que requieren una repetición de movimientos, ritmo estable, etc., serían carreras de fondo, ciclismo, boliche y patinaje, entre otros", explicó el especialista en medicina deportiva.
El doctor Kalazich afirma en el artículo que en los ejercicios de habilidad abierta puede haber una combinación física e intelectual y que esto resulta beneficioso para el cerebro.
Por su parte Francesco Di Russo, uno de los líderes de la investigación, relató al periódico The Washington Post que deportes como la esgrima requieren de la toma rápida de decisiones y demandan un alto grado de atención visual y flexibilidad. "Quisimos ver si el deporte ayudaría a mantener el cerebro rápido y efectivo, reduciendo el envejecimiento cognitivo y tuvimos resultados positivos", expresó Di Russo.
¿Existe una edad adecuada para iniciar la actividad física?
Otro de los aspectos mencionados en el artículo es acerca de la edad adecuada para iniciar la práctica de actividad física. Al respecto se menciona un consenso al que llegaron varios especialistas de medicina deportiva en donde se señala que la actividad física ofrece beneficios a cualquier edad y recomiendan que más vale comenzar tarde que nunca.
"Se ha visto que pacientes ancianos mejoran parámetros como memoria, capacidad de reacción y capacidad cognitiva a los pocos meses (de 3 a 6 meses) luego de un régimen de ejercicios guiados", destacó Kalazich. "Sin embargo, lo ideal del ejercicio es comenzarlo en la niñez para que tenga influencia en la plasticidad cerebral y el aprendizaje de habilidades de coordinación y capacidad aérobica y fuerza. Un concepto bien interesante y en estudio cada vez más intenso es la plasticidad neural, que es muy importante para el crecimiento y el aprendizaje en los niños y adolescentes", agregó el especialista. "Ésta no se perdería en la adultez, sino que se puede estimular significativamente con el ejercicio mencionado", puntualizó.
Kalazich considera que el estudio de la Universidad en Italia ofrece un punto de partida sobre qué tipo de ejercicios y en qué dosis son los más adecuados para las distintas edades y capacidades, pero "que aún queda mucho por investigar".
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