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Con justicia y sobrados méritos, Santa Fe conquistó su séptima estrella el domingo y sus hinchas todavía celebran. Si embargo, tal vez haber levantado la copa sea lo menos importante que le pasó durante este semestre, en el que concretó su democratización, se recuperó económicamente, reconquistó a sus seguidores y, sobre todo, cimentó sólidas bases para el futuro.
Porque, como pocas veces, el éxito cardenal no fue producto de la suerte y de una buena campaña, sino de un proceso de varios años, en el que el club volvió a preocuparse por las divisiones menores y por darles cabida en la plantilla profesional a los jugadores de la cantera.
En total, 21 futbolistas menores de 23 años jugaron algún partido de Liga o Copa Colombia. Muchos de ellos se formaron desde niños en la institución, pero otros llegaron sin costo para terminar de pulirse.
Camilo Vargas, Julián Quiñones, Francisco Meza, Juan Daniel Roa, Héctor Urrego, Didier Moreno y Daniel Torres encabezan este grupo. Ellos han sido quienes han logrado consolidarse en el primer equipo y junto con Jonathan Copete y Edwin Cardona, que llegaron como refuerzos, rindieron, y económicamente podrían significarle buenos dividendos al club.
“Históricamente Santa Fe les ha apostado a los jugadores de la casa, y esa filosofía se convirtió en ley con la llegada del presidente César Pastrana, que conoce perfectamente la calidad del futbolista bogotano”, explica el profesor Eduardo Cañón, coordinador de las divisiones menores albirrojas, en las que trabaja con técnicos que han jugado en el club y que se han formado allí mismo, como Hárold Morales, Mauricio Rodríguez y Nelson Guzmán, entre otros.
Cañón agrega que “parte del éxito radica también en traer jóvenes de otros lados y terminarlos de formar acá. Reforzarles sus virtudes y buscar que superen sus debilidades”.
Y con el técnico Wilson Gutiérrez a la cabeza, todos esos muchachos se han integrado al plantel y han comenzado a experimentar las vivencias de un futbolista profesional. De hecho, casi todos acompañaron al equipo en la final ante Pasto y en la posterior celebración del título.
De alguna manera fueron protagonistas, pues con su voz de aliento y con su trabajo silencioso influyeron para que el equipo jugara mejor.
Al respecto, el volante Héctor Salgado destaca que “entrenar y jugar con hombres como Gerardo Bedoya, Germán Centurión, Yulián Anchico y Ómar Pérez es un privilegio para uno. Cada práctica deja muchas enseñanzas para el futuro”.
“El hecho de saltar a la cancha y ver el estadio lleno, sentir ese ambiente tan espectacular, es algo que lo marca a uno para siempre”, agrega el delantero cartagenero Jorge Luis Ramos, que varias veces fue alternativa durante el torneo.
“Eso que hay muchos de gran talento que todavía no arrimamos al grupo profesional. Con estos éxitos deportivos cada vez serán más los niños y jóvenes que intentarán llegar al profesionalismo”, dice Cañón, y pronostica que en un futuro no muy lejano Johan Joya será la figura cardenal.
Santa Fe ganó la séptima estrella y todo parece indicar que más temprano que tarde llegarán la octava y la novena. La sangre nueva del campeón, con cantidad y calidad, asegura que el club albirrojo seguirá siendo protagonista. Ese es el valor de apostarle a la cantera.
Los nombres del futuro
Estos son los hombres que próximamente serán titulares en el Independiente Santa Fe: los arqueros Juan Manuel Leyton (21 años) y Andrés F. Acosta (23); los defensas Alejandro Galindo (20), Mateo Biojó (18), Hugo Acosta (21) y Andrés Angulo (22); los volantes Héctor Salgado (19), Juan Pedroza (19), Mauricio Alarcón (18) y Hárold Andrés Rivera (19), y el delantero Jorge Luis Ramos (22).
La mayoría se han formado en las divisiones menores del club, que es dueño de un porcentaje o del total de sus derechos deportivos. La institución ha buscado integrarlos a todos a la plantilla profesional y permitirles participar en partidos de la Liga, pero sobre todo en la Copa Colombia.
Varios de ellos pertenecen a selecciones Bogotá o han pasado por ellas, e incluso han sido convocados al equipo nacional.
Ante la inminente salida de varios de los titulares, pretendidos por clubes del exterior, estos jóvenes están listos para aprovechar su oportunidad.