El renacer de Juan Martín del Potro

El tenista argentino, que estuvo cerca del retiro, venció a Marin Cilic en cuartos de final de Roland Garros y jugará contra Rafael Nadal por un cupo a la final del segundo Grand Slam de la temporada.

EFE
07 de junio de 2018 - 07:24 p. m.
Del Potro ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpico de Río 2016. / AFP
Del Potro ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpico de Río 2016. / AFP

"Hace no mucho estaba cerca de no jugar más", confesó en su pausado tono el argentino Juan Martín del Potro, quien volvió a levantar el vuelo en un "Grand Slam" y se citó este viernes en las semifinales de Roland Garros, ante Rafael Nadal. "La Torre de Tandil" confirmó este jueves con su victoria al croata Marin Cilic que está de regreso a la elite del tenis mundial después de haber superado un suplicio en su muñeca izquierda, que casi le fuerza a dejar la raqueta.

Fueron una serie de operaciones que minaron su cuerpo y su mente. Primero se operó el 24 de marzo de 2014 de la articulación; luego el 20 de enero de 2015 del ligamento; y después el 18 de junio de 2015 del tendón. En el 2010, fue además intervenido en la muñeca derecha. Por ello, ha sido arduo el camino que le llevó de su techo, un cuarto puesto del ránking a inicios de 2014, hasta los confines del ránking, en el que llegó a bajar hasta el 1.045 a inicios de 2016.

Pero paso a paso se ha ido entonando. Su plata en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro de 2016, torneo en el que batió a Nadal en las semifinales, supuso un antes y un después. Dos títulos en Estocolmo (2016 y 2017) y otros dos en Acapulco e Indian Wells de 2018 se siguieron a su hito en Rio. Su recuperación terminó por plasmarse este jueves en la pista Suzanne Lenglen. Derrotó en cuatro sets a Cilic, al que arrebatará el cuarto peldaño mundial la próxima semana.

El ganador del Open de Estados Unidos de 2009 llegó a Roland Garros muy justo de preparación. Se recuperó a marcha forzadas de un desgarro muscular leve que se produjo a mediados de mayo y se planteó incluso no participar. Unas sesiones especiales de recuperación, que incluyeron el yoga, permitieron su debut. "Mi previa era día a día y esperar hasta el último momento para jugar la primera ronda, pero después, teniendo en cuenta los rivales que me podían tocar y cómo me iban día a día encontrando, las expectativas iban creciendo un poco", recordó. Y así fue.

"Delpo" inició el torneo con mal pie. Cedió un primer set ante el francés Nicolas Mahut por 6-1 y la sombra de la duda se instaló en el gigante argentino. Sin embargo, le ganó al galo las siguientes tres mangas. En segunda ronda, le cayó Julien Benneteau, otro veterano tenista local, al que apartó por 6-4, 6-3 y 6-2; y en la siguiente el español Albert Ramos al que también le hizo tres sets.

La confirmación de su mejora vino en los octavos con un top diez, el cañonero estadounidense John Isner (décimo). Le aplicó un triple 6-4. Y ante Cilic fue la prueba del algodón. "El partido de hoy era clave, era el que estaba esperando jugar", dijo a los periodistas el argentino, en su monocorde y calmado tono. Pase lo que pase, escalará al menos del sexto al cuarto puesto mundial gracias a este Roland Garros, algo para él "impensable".

"Hace no mucho estaba cerca de no jugar más y ver que los que están arriba de mí son (Roger) Federer, Nadal, (Alexander) Zverev, que posiblemente sea número uno algún día, es algo increíble", comentó. El tandilense, quien rompió a llorar nada más acabar su choque ante Cilic, afronta la semifinal de este viernes ante la Nadal con la tranquilidad de quien cumplió con su deber. "Voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda para mostrar mi mejor tenis. Y a ver si puedo hacer un buen partido", expresó.

No obstante, alertó de la dificultad extra de medirse a un jugador zurdo como Nadal. "Él puede fácilmente buscarme mi revés", reconoció Del Potro acerca de uno de sus puntos menos fuertes. El historial de partidos ante Nadal es más o menos equilibrado. Cinco triunfos para el argentino, por nueve para el español. La única vez que se enfrentaron en tierra batida sucedió en Roland Garros de 2007 y aquella vez cayó del lado del mallorquín.

Para el también argentino Diego Schwartzman, quien fue capaz de ganarle al español un set en los cuartos de final, su compatriota tiene "muchas probabilidades" de vencer a Nadal. "Le ha ganado varias veces y ya eso es un extra", juzgó el jugador.

Por EFE

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