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Con la adjudicación a EPM y Consorcio Energía de la Costa de la subasta para atender el mercado de los siete departamentos de la costa Caribe, la liquidación definitiva de Electricaribe entra en la recta final.
Este proceso que se inició con la toma de posesión de los bienes, haberes y negocios de la empresa eléctrica por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos, en noviembre de 2016 le costará a los colombianos una suma muy superior a los $4 billones.
Natasha Avendaño, superintendente de Servicios Públicos, explicó que la Nación asume los pasivos pensionales de los 3.000 trabajadores de Electricaribe y los pasivos pos-toma. “Es una cifra que al cierre de esta operación puede estar cercana a los $4 billones entre pasivo pensional que es, a largo plazo un deuda asumida por la Nación con el compromiso de garantizar el derecho a los 3.000 pensionados de Electricaribe”, dijo la funcionaria.
(¿La luz al final del túnel de Electricaribe?)
El valor de los pasivos pos-toma asciende a $2,2 billones. Además de los costos, los colombianos también tendrán que aportar el sobrecosto de la tarifa de $4 por kilovatio hora para el consumo de energía de los estratos residenciales 4, 5 y 6, lo mismo que para los comerciantes, industriales y no regulados. Esta sobretasa se extenderá hasta diciembre de 2022.
El dinero recaudado alimenta el Fondo Empresarial, administrado por la Superintendencia de Servicios Públicos. Durante los tres años de intervención se han desembolsado para inversión $860.000 millones por parte del Gobierno para garantizar el primer año del plan de inversiones.
Los nuevos operadores EPM y Consorcio Energía de la Costa no asumen los pasivos pos-toma, pero adquiere el compromiso de hacer inversiones para garantizar la prestación del servicio a los usuarios de la costa Norte. El costo de los pasivos pre-toma suman $2,5 billones y de estos los compromisos con la banca comercial superan los $1,8 billones.
(EPM y Consorcio Energía de la Costa se llevan subasta de Electricaribe).
Angela Patricia Rojas, agente especial de Electricaribe, indicó que los operadores que se alzaron con la subasta entrarán a operar los mercados desde el segundo semestre de este año. Es decir, que Electricaribe seguirá operando hasta el momento en que los dos operadores ganadores de la subasta asuman la prestación del servicio en cada uno de los mercados.
Natasha Avendaño sostuvo que tras el proceso de intervención y con los resultados de la subasta se espera que mejore la prestación del servicio pues hay unas cláusulas de garantía que obliga a los nuevos operadores a que cumplan con la oferta que los llevó a obtener la subasta. “Va a haber un seguimiento especial muy de cerca por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos” para que se cumpla el plan de inversiones comprometido.
Los montos de inversión exigidos a un horizonte de cinco años ascienden a $3.2 billones para Caribe Mar y $2.6 billones para Caribe Sol.
La proyección a 10 años es de $5 billones para Caribe Mar y $3.7 billones para Caribe Sol, indicó la entidad de control en un comunicado de prensa. Uno de los motivos que llevaron a la intervención de Electricaribe por parte de la Superintendencia fue la carencia de inversiones que no realizó la empresa española encargada del manejo de Electricaribe.
En cuanto al futuro de las tarifas para los usuarios que serán atendidos por los nuevos operadores va a depender de la justificación de las inversiones que hagan ante la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg). “Una vez la Creg apruebe los cargos tendrá que aplicarse las (nuevas) tarifas en cada uno de los segmentos que resulten aprobados por la Comisión”, señaló Natasha Avendaño.