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Para tener una franquicia no hace falta tener cientos de millones de pesos. De hecho, con apenas $13 millones bastaría para comprar los derechos de una marca. (Lea ¿Una panadería de barrio se puede convertir en franquicia?)
Precisamente este es uno de los objetivos de la XI Feria Andina de Negocios y Franquicias (Fanyf) que termina este jueves en Bogotá. En el evento, además de las grandes marcas nacionales e internacionales, está también la oportunidad de encontrar microfranquicias.
Se trata de empresas franquiciadas que hasta ahora están comenzando, muchas de ellas dando el paso desde un negocio familiar hacia una marca que puede ser comercializada. Los hay en todo tipo de sectores, desde el gastronómico hasta textiles. Cada uno tiene un factor diferenciador y su modelo de negocio está a la venta para cualquier inversionista, incluso los pequeños, pues su costo no suele superar los $70 millones.
Hablamos con algunas de las microfranquicias que hacen parte del programa de fomento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Propaís, como Bici Café: un negocio bogotano que vende café 100 % orgánico, cultivado en la Sierra Nevada de Santa Marta por 52 familias arhuacas. Sus puntos de venta son adecuados en una bicicleta, lo cual los pone más al alcance al público y permite reducir el costo de tener una tienda tradicional. Las bicicletas no se movilizan por las calles, sino que se ubican en espacios fijos, como parqueaderos, universidades y lugares de alta afluencia. Para participar en esta microfranquicia se requiere una inversión de $13 millones.
Si tiene más recursos, con unos $65 millones puede entrar a Scatola di Pasta, un establecimiento que nació en Barranquilla y que promueve un formato de pasta rápida, completamente autoservicio. Dispone de diferentes ingredientes italianos para crear cada plato al gusto del consumidor y se sirve en una caja.
Para Yamile López, vocera de Ecolor, una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de productos ecológicos para el acabado de obra blanca, “la meta es vender dos o tres de nuestras microfranquicias ($60 millones la licencia) este año. Es claro que en 2017 tenemos que enfrentar retos económicos, como por ejemplo los efectos de la reforma tributaria, pero de todas formas creemos que hay espacio para crecer”.
Respecto a la sostenibilidad de este tipo de negocios, Luis Felipe Jaramillo, director de Fanyf y miembro de la junta directiva de Colfranquicias, explicó que “si un negocio de franquicia o microfranquicia está estructurado a cinco años, se espera que la recuperación se dé entre el tercer o el cuarto año. Llegar al punto de equilibrio va a estar muy determinado por la localización y la capacidad de gestión comercial que se puede producir en el primer año”.
Este año hay dos grandes novedades en Fanyf, que buscan atraer a los interesados en entrar al sector de las franquicias: Perú trajo nueve marcas de actividades como la gastronómica y la textil. El otro anuncio importante es que Arcos Dorados, la operadora de McDonald’s en la región, subcontratará franquicias a emprendedores colombianos, lo que permitirá que el público en general pocompre una licencia de esta marca. La idea de esta iniciativa es llegar a las ciudades intermedias.
Este modelo está creciendo en Colombia, pues, según cifras de Colfranquicias, en 2003 había sólo 130 marcas con 3.000 locales y en la actualidad hay 450 redes con más 9.300 sucursales. Crear o adquirir uno de estos negocios puede ser una opción interesante, sobre todo si se tiene en cuenta que, mientras el 80 % de los emprendimientos mueren en el primer año, el 70 % de las franquicias sobreviven al menos cinco años.