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Este jueves está planeada la firma de la venta de Cafesalud EPS (propiedad en 86 % de Saludcoop) a Prestasalud, que está conformado por ocho cabezas de grupos de salud, cada una con participación de 12,5 %, y que en total suman alrededor de 180 clínicas y hospitales. El consorcio fue elegido como ganador de la subasta el pasado 24 de mayo con una oferta de $1,45 billones por los dos millones de afiliados del régimen subsidiado, los cuatro millones del contributivo, y Esimed (la red de clínicas y hospitales). Sin embargo, la discordia en torno a esta operación ha venido creciendo a medida que se conocen detalles del negocio. (Lea Se vendió Cafesalud, ¿ahora qué?)
La entrevista que dio Jorge Gómez, vocero de Prestasalud, en El Colombiano hace una semana, fue lo que despertó la polémica de los últimos días: mientras el consorcio asegura que adquirió la operación de Cafesalud, pero no las deudas, la Procuraduría emitió un comunicado diciendo que el reglamento indica que se vendieron tanto los activos como los pasivos de la EPS. Además, cuestiona la creación de una nueva sociedad para transferir los activos (Cafesalud EPS y Esimed) y así concretar el negocio. (Lea El origen de la enfermedad de Cafesalud)
Tal parece que el reglamento de la venta, que se publicó el 30 de diciembre, es el punto de discordia. Sin embargo, se trata de un debate que ya se venía dando desde hace varios meses, pero debido a la proximidad del cierre del negocio la discusión se ha vuelto más pública y agitada.
El Espectador ya había revelado en enero de este año la metodología de la creación de empresas paralelas, llamadas NewCos, para fraccionar los activos y pasivos de Cafesalud EPS con base en las preferencias de los oferentes. Por ejemplo, si un comprador quería sólo el contributivo, se crearía una NewCo a la que se le transfiere este activo para poder vendérsela. De esta manera, en el caso de Prestasalud que ofertó por todo, el reglamento sí contempla la creación de una sociedad a la que se le transfiera el contributivo, el subsidiado y Esimed. (Lea Cafesalud se vendería fragmentada en marzo)
Desde el comienzo esta metodología de creación de empresas paralelas despertó polémica, pues desde diferentes sectores advirtieron que podría existir el riesgo que se vendieran sólo activos y que Cafesalud quedara como un cascarón, solamente con las deudas. Por ejemplo, el abogado de los acreedores de Cafesalud, Aníbal Rodríguez, indicó que “el Decreto 780 y la Circular 008 de 2016 exigen que si la reorganización empresarial consiste en la cesión de activos y pasivos, a la par del traslado de usuarios, deben pasar también todos los activos y pasivos”.
En su momento la liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverri, se defendió diciendo que todo está dentro de la ley: “Este vehículo es legal y es un mecanismo que no es nuevo, existe en el Código de Comercio. A mí no hay nada que me obligue a pasarle todo a una misma persona”.
De manera que, aunque permanezcan las dudas sobre la metodología de venta, el reglamento sí autorizó desde el 30 de diciembre de 2016 la transferencia de activos a empresas paralelas. Sin embargo, la posibilidad de que los pasivos también fueran transferidos no fue del todo clara y sólo hace un par de días se conoció una declaración formal al respecto.
Respondiendo a las inquietudes de la Procuraduría, la liquidación de Saludcoop respondió: “La transacción, tal como quedó establecido en el reglamento de venta publicado desde el 30 de diciembre de 2016, se haría mediante la creación de una nueva entidad. Los recursos producto de la venta de la operación serán de Cafesalud. En este sentido, será Cafesalud la que los usará en su totalidad para el pago de las deudas con los prestadores. En caso de existir remanentes, serán usados por la liquidación de Saludcoop para financiar sus acreencias”.
De manera que, aunque Prestasalud no adquirió los pasivos de Cafesalud, y por ende no tiene por qué pagar las deudas, esto no quiere decir que los acreedores quedaron sin quien les pague. La liquidación sigue respondiendo por las acreencias, y las pagará con los $1,45 billones que recibirá por la operación. “Los recursos son suficientes para pagar los pasivos de Cafesalud, incluyendo el préstamo de $200.000 millones en Bocas (Bonos convertibles en acciones) que hizo el Ministerio de Salud. Lo que reste irá para pagar las deudas de Saludcoop”, explicó Echeverri.
Pero más allá de las dudas sobre quién pagará las deudas de Cafesalud, permanecen los cuestionamientos sobre el proceso de venta. Jorge Robledo, senador del Polo Democrático, denunció que la venta se dio por medio de una subasta de un único oferente: “Mientras que Prestasalud ofertó por todo, Sanitas sólo apostó por el contributivo. Se están confundiendo peras con manzanas, no se pueden comparar. No se hizo una elección transparente”.
El senador añadió: “La otra duda que queda es ¿con qué plata va a pagar Prestasalud? ¿Con recursos propios? O irán pagando con el flujo de caja que les llegue por los seis millones de afiliados. Es decir, preocupa que paguen con papelitos y que al final la misma operación les financie la compra”. Frente a esto, Gómez ya le había contado a El Espectador que “pronto se harán pagos por medio de recursos frescos propios de los miembros del consorcio y de un crédito que ya fue aprobado”. Sin embargo, no dio fechas de cuándo se entregaría este capital.
Robledo respaldó las declaraciones de la Procuraduría que indican que es inadmisible que, estando a punto de cerrar el negocio con Prestasalud, no se conozca el detalle del acuerdo y pidió que se aplace la firma del contrato hasta que se aclare esto.
Ya sea si se firma o no el contrato este jueves, lo que es claro es que las disputas apenas comienzan, pues ya se anunciaron demandas por parte de la Red de Veedurías y una acción popular que impulsa el mismo Robledo.