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Arnold Schwarzenegger, estrella del culturismo, del cine y la política, encara sus últimos días como gobernador de California sin desvelar cuál será su siguiente desafío, un nuevo guión para una vida de película.
A sus 63 años, todo apunta a que este austríaco nacionalizado estadounidense volverá a reinventarse a sí mismo para continuar ampliando su legado, tan largo y pintoresco como su apellido.
Icono de Hollywood, Schwarzenegger encarna la esencia del sueño americano y, según los analistas, haría un buen papel como aspirante a la presidencia de EE.UU. en 2012 si no fuera porque el cargo está vetado a todos los ciudadanos nacidos en el extranjero.
Frustrada esa vía, que le hubiera llevado a cambiar Sacramento por Washington DC como hizo Ronald Reagan en la pasada década de los 70, la carrera política de este gobernador aún podría encontrar acomodo a nivel federal, incluso dentro de la Administración de Barak Obama.
El protagonista de 'Terminator' es un republicano poco ortodoxo capaz de subir impuestos, casado con María Shriver, integrante la familia Kennedy, el clan demócrata más famoso de la historia de EE.UU., y un referente en el país en cuanto a la lucha contra el cambio climático.
Desde varios medios estadounidenses se insiste en que, haga lo que haga en el futuro, Schwarzenegger se mantendrá activo como portavoz de las causas medioambientales y se especula sobre la posibilidad de que reciba algún título oficial para representar a EE.UU. internacionalmente en esos asuntos.
Donde no le faltará trabajo es en la gran pantalla y es de prever que tras siete años como gobernador escondiendo sus músculos debajo del traje de chaqueta, Schwarzenegger no dejará pasar la ocasión de retomar su faceta de actor.
Recientemente realizó un cameo muy comentado en 'The Expendables' de Sylvester Stallone y "reapareció" digitalizado en 'Terminator Salvation' en (2009) para poner rostro a su personaje más célebre, la máquina de matar T-800.
El año pasado se rumoreó sobre un proyecto del cineasta James Cameron, con el que Schwarzenegger trabajó en 'Terminator' o 'True Lies', que podría servir de plataforma para el regreso del actor a Hollywood por la puerta grande.
"Cuando haya acabado de gestionar la quinta economía del mundo es probable que vuelva a actuar. Le encanta", comentó Cameron sobre su amigo el gobernador de California el pasado mes de diciembre cuando estrenó 'Avatar'.
No en vano, Schwarzenegger no ha querido separar radicalmente su aspecto político del artístico y en su despacho de Sacramento exhibe orgulloso la espada con la que rodó 'Conan the Barbarian', filme que le sirvió en 1982 de trampolín hacia el estrellato en el séptimo arte.
Hasta entonces, este aficionado a los puros habanos había pasado con más pena que gloria por los cines con películas de serie B como 'Hercules in New York' (1969) , papel con el que debutó avalado por los músculos que le llevaron a coronarse el rey del culturismo mundial (Mr. Olympia) en siete ocasiones.
Schwarzenegger continúa ejercitándose en el gimnasio para mantenerse en forma aunque en una entrevista para la revista generalista The Atlantic expresó su frustración por el hecho de que cada vez le resulta más complicado lograr poner su cuerpo a tono.