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La hora programada para que Coldplay saliera a tarima era a las 8:30 p.m. Media hora más tarde, el cuarteto —vestido de morado, con el mándala de la gira estampado— comenzó su repertorio con su último álbum. La masa, como un revoltijo de manos y pellejo, se movió toda al compás del sencillo A Head Full Of Dreams: así todo el mundo entendió que después de seis años Coldplay había vuelto al país. (Vea aquí las mejores imágenes del concierto)
Sin embargo, siguen siendo sus dos primeros álbumes (Parachutes y A Rush of Blood to the Head) los que más recordación producen en sus seguidores, lo que quedó claro cuando Chris Martin comenzó a entonar los primeros compases de Yellow, cuyo estribillo fue coreado al unísono por cerca de 35.000 gargantas, mientras el escenario era bañado por luces amarillas. Las canciones clásicas predominaron sobre sus más recientes temas en la primera parte del show.
La agrupación colombiana Elsa y el mar, con su pop espiritual, dio apertura al concierto. La cantante Elsa Carvajal, vestida de dorado, inundó el escenario con su voz suave. Una de las revelaciones de la noche fue la cantante y multinstrumenalista londinense Lianne La Havas. La artista de folk y soul, una de las más escuchadas en iTunes, tocó cuatro guitarras distintas y habló en español durante su presentación. Estas dos buenas actuaciones caldearon el ambiente y sirvieron de combustible previo al concierto de la gira A Head Full Of Dreams Tour, que llegó de Río de Janeiro.
Más tarde, Chris Martin, Guy Berryman, Jonny Buckland y Will Champion optaron por centrarse en sus últimos discos, que tienen un marcado tono festivo respecto a sus primeros álbumes, si bien dejaron un tanto de lado su penúltimo trabajo, Ghost Stories, seguramente la obra más oscura de la banda, no olvidaron los himnos melancólicos que todos esperaban.
Canción a canción, el frío de la noche fue desvaneciéndose lentamente. La fiesta continuó con temas del álbum Mylo Xyloto, como Every Teardrop Is a Waterfall y Paradise, con la ya habitual The Scientist, con un Martin sentado al piano por primera vez en toda la noche, y con la más reciente Birds. “¡Buenas noches! ¿Cómo están? Estamos felices de que nos acompañen esta noche”, expresó.
Cuando la emoción flotaba en el escenario, Martin volvió a interrumpir el show: “Perdonen, hablaré en inglés porque soy malo para el español”, luego presentó a la banda. El cantante declaró que lo que sabe de español es gracias a su exesposa, la actriz estadounidense Gwyneth Paltrow.
Jonny Buckland, quien tuvo colgada la bandera tricolor en su guitarra durante el concierto, marcó con sus punteos, junto a la poderosa batería de Will Champion, el ritmo de Clocks con la intención de retomar sin ambages la senda de la celebración que la banda se había propuesto ofrecer en la capital del país. En ese momento Martin vistió la camiseta de la selección de fútbol de Colombia, marcada con el número 42, una muestra de afecto que enloqueció a sus fans. Por lo demás, los riffs se fundieron, constantemente, con música electrónica.
La fiesta se apagó. El escenario quedó oscuro y comenzó Fix You, uno de esos temas que han acompañado a tantos en sus peores momentos. Los asistentes se mecieron y grabaron con sus celulares. Los gritos sonaban a llanto. La banda también le rindió tributo al legendario David Bowie con una versión pop del clásico Héroes.
Los últimos temas que, de una manera más sosegada, habrían de poner el broche final al espectáculo, bajaron el ambiente carnavalesco que llevaba la presentación y les recordó a los asistentes ese Coldplay del 2005, el que enamoró a la mayoría de los espectadores que se reunieron anoche para disfrutar de una cita musical y corear “Viva la vida”, título de uno de los álbumes emblemáticos del cuarteto británico.