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La nueva canción de J Balvin llegó con aires de renovación. Sentirse un artista consolidado en el género del reggaetón le ha dado al artista nacido en Medellín alas suficientes para asumir el riesgo de diseñar una propuesta rapera, armónica y lejana a las exigencias de sus fanáticos.
A los pocos días de haber lanzado 'Sola', el tema se ubicó en los primeros lugares en las emisoras colombianas. Sin embargo, el éxito no se detuvo en el mercado local, y ya figura en naciones como Costa Rica, Ecuador, Perú, Venezuela y Rumania, en donde su tema anterior, 'Tranquila', sigue estando en el top.
¿El sencillo 'Sola' es un abrebocas de lo que será su próximo trabajo discográfico o no necesariamente?
En el álbum vamos a tener la esencia del reggaetón y diversas propuestas musicales. 'Sola' es una película diferente porque quise salirme de la zona de confort para experimentar con otras sonoridades. Es un rap comercial diseñado para el ambiente de las discotecas. La letra no tiene nada vulgar y trata de aquella llamada que uno está esperando para salir y pasarla muy bien.
¿Cómo nació esta canción?
Ya tengo un nombre y eso me da la posibilidad de experimentar. Tal vez si hago esta canción hace cinco años, ni siquiera la hubieran puesto a sonar, pero con algo de credibilidad como artista urbano debí arriesgarme un poco más. Por ahora la respuesta de los fanáticos ha sido muy buena.
Si el género es tan exitoso, ¿por qué salirse del reggaetón?
Yo quise hacer esta canción para todos aquellos a quienes no les gusta el reggaetón. Me propuse llegarle a otra tipo de público y por eso me incliné por el rap con un coro muy melódico.
¿En el caso de 'Sola', surge primero la letra o la música?
Esta vez la música fue primero. El beat lo hizo Sky, un dj muy joven de Medellín, y de inmediato me surgió la letra. Esta canción la tengo grabada hace un año pero hasta ahora me decidí a sacarla al mercado.
¿Se siente responsable al liderar el movimiento de la música urbana no solo en Medellín sino en Colombia?
Por eso mismo pensé en correr riesgos. No me quería pegar a lo que los demás estaban haciendo y por eso me mandé de frente con el rap.
Es curioso que un estilo underground como el género urbano tenga artistas mainstream como usted, ¿no le parece?
Eso ha pasado siempre. En el inicio del movimiento las figuras eran afroamericanos marginados quienes querían protestar. La música se vuelve aceptada y uno termina siendo parte del entretenimiento. Es curioso pero es lo que sucede.
¿Cómo suena el reggaetón hecho en Medellín?
Suena, como yo digo, a calle pero elegante.
Usted tiene tatuados las palabras 'Familia' y 'Mi gente', ¿por qué?
Son dos tatuajes inmensos. La familia tiene la connotación del amor sin interés, mientras que con la expresión 'Mi gente' me refiero a los fans, quienes sin conocerme en persona lloran conmigo mis momentos amargos y celebran los éxitos.
Además su próximo disco se llamara 'La familia', ¿qué falta para que lo conozcamos?
Este álbum tiene de todo un poco. Hay algo de electrónica pero también canciones acústicas con guitarra. Hay mucho experimento pero sin rellenar.
¿Cómo va el 'negocio, socio'?
Muy bien. La gente piensa que la frase surgió a raíz de la propaganda pero no es así. Yo ya lo tenía porque estudié Negocios Internacionales y vendía en la calle mis primeros discos. Convencí a un amigo de que me comprar diez unidades y él me dijo: ‘tú eres el negocio’, y a partir de ahí tengo esa marca que me identifica.