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'Ingrid de la selva', cómic divertido y cruel sobre Ingrid Betancourt

La sátira sobre la ex secuestrada sale a la venta días antes del libro en el que relata su versión de su secuestro en el 2002.

Ana María Echeverría / AFP
14 de septiembre de 2010 - 11:13 a. m.
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'Ingrid de la jungle', un cómic divertido y cruel sobre Ingrid Betancourt, obra del tres franceses cuyo humor provocador y ácido no deja en pie a nadie, sale a la venta el miércoles en Francia, pocos días antes del libro escrito por la ex rehén franco-colombiana.

El libro publicado por la editorial Fluide Glacial satiriza a Betancourt, alias Ingrid "Petancourt", burlándose no sólo de sus años de cautiverio y de su rescate triunfal sino también de los gobernantes del país llamado "Colombin", de los guerrilleros de la "Farce" y de los líderes de Francia, ridiculizando en especial a un diminuto "Nicolas Sarko".

La ex candidata a la presidencia de Colombia es retratada como una mujer ambiciosa y egoísta, una hipócrita que se da golpes en el pecho y es devota de la virgen y del Papa pero que se comporta como una verdadera arpía con los otros rehenes, a quienes les roba sus raciones de comida y a los que delata.

En el libro escrito y dibujado por Serge Scotto, Eric Stoffel y Richard Di Martino, Ingrid de la selva es servil con los jefes guerrilleros y se muestra ingrata tras su espectacular liberación a manos de un comando de agentes occidentales vestidos con camisetas de "Chian Guevara", el Perro Guevara, y disfrazados con bigotes falsos.

Y eso que 'Ingrid de la jungle' fue escrito y dibujado antes de que Betancourt, que se prepara a lanzar el 21 de setiembre un libro relatando sus meses de cautiverio, aún no había presentado la demanda de indemnización por ocho millones de dólares por sus años secuestrada, que hizo desplomarse su popularidad y empañó su prestigio y aura de heroína, ya bastante en entredicho tras su liberación.

En el libro Petancourt se adentra en la selva, en una zona controlada por las Farce, tras haber planificado con su ex amante, el barbudo guerrillero "compañero Raúlo", su secuestro, que según sus cálculos le haría ganar apoyo popular y la ayudaría a convertirse en la primera presidenta de "Colombin".

Pero Petancourt no contaba con la traición del jefe guerrillero: las Farce la capturan de verdad y la retienen como rehén durante seis años.

La historieta ridiculiza también sus intentos de fuga, con su único amigo, un cabro llamado "Marcelo", y se da especial gusto con los dirigentes políticos que tratan de sacar ventaja del "caso Petancourt", como "Nicolas Sarko", que acaba de ser elegido presidente de Francia y que abandonado por su esposa, busca novia y encuentra a "Carla Bruti".

Sarko se apropia feliz de la causa de la "Pétancourt", sobre todo porque sus rivales políticos, el ex mandatario "Jacques" (Chirac) y su ministro, un tal "Dominique de Grillepin", eterno enamorado de Ingrid, fracasaron estrepitosamente al tratar de rescatarla de las garras de las Farce.

La publicación de la demoledora sátira de 46 páginas no cae en un buen momento para Ingrid Betancourt, que se dispone a lanzar en todo el mundo dentro de seis días, un libro en el que relata su versión de su secuestro en el 2002, cuando era candidata en las elecciones presidenciales de Colombia.

La ex rehén de las Farc busca seguramente recuperar con su libro el prestigio pardido tras su liberación, por su exceso de exposición y por los muchos pasos en falso.

El bochornoso incidente en torno al Premio Nobel de la Paz, cuando su Fundación reaccionó violentamente cuando se anunció que no era ella que lo había recibido, también contribuyó a empañar su imagen, así como las versiones de algunos de sus compañeros de cautiverio, entre ellos la de Clara Rojas, su amiga más fiel, que fue raptada junto con ella.

También uno de los estadounidenses rehenes de las Farc, que estuvieron en el mismo campo que Ingrid, ha efectuado un retrato devastador de Betancourt, describiendo situaciones en que la colombiana queda como una mujer manipuladora y odiosa.

Según un sondeo Ivamer Gallup publido en julio pasado, un 80% de los colombianos tienen una imagen desfavorable de la ex rehén, que a su salida de la junga muchos le auguraban un futuro político brillante.

Por Ana María Echeverría / AFP

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