Los jugadores que alzaron la Copa del Mundo como futbolistas y como técnicos

Mario Lobo Zagallo, con Brasil, y Franz Beckenbauer, con Alemania, habían sido los únicos campeones del mundo como técnicos y jugadores. Didier Deschamps se unió a ese selecto grupo con Francia.

Luis Guillermo Montenegro - Enviado especial a Rusia
12 de julio de 2018 - 02:00 a. m.
Didier Deschamps levantó la Copa en el Mundial de Francia 1998. Ahora es el técnico de la selección francesa.   / AP
Didier Deschamps levantó la Copa en el Mundial de Francia 1998. Ahora es el técnico de la selección francesa. / AP

En el fútbol el capitán de un equipo se elige por liderazgo, por esa capacidad de generar credibilidad y respeto en sus compañeros. El que lleva el brazalete en su brazo no siempre es el mejor jugador, el más técnico ni el de mejores virtudes a la hora de tener el balón en sus pies, sino aquel que inspira a los demás. Es el lazo entre los entrenadores y los jugadores en la cancha y es el único que puede hablarle con igualdad al árbitro. (Vea aquí nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)

Algunos son entrenadores en el campo. Dan indicaciones con frecuencia y son los primeros en motivar a los demás cuando es necesario. En los momentos de mayor presión y tensión son los que demuestran carácter y tienen la frialdad de actuar sin salirse de casillas. Claro que no siempre el capitán es el que lleva el brazalete, hay casos de futbolistas que son los líderes del equipo sin necesidad de esa distinción, como le ocurrió a Mario Lobo Zagallo en las dos Copas que ganó como jugador (1958 y 1962), siendo referente del plantel. En el caso de Franz Beckenbauer, se coronó campeón del Mundial de Alemania 1974, siendo capitán de su selección.

De estas insignias en la cancha hay muchos casos de jugadores que terminan colgando los guayos y asumiendo el reto de la dirección técnica. Esos líderes dentro del terreno utilizan ese liderazgo a su favor y añadiendo estudios terminan siendo grandes entrenadores de sus países. Es el caso de Zagallo y Beckenbauer, quienes asumieron el cargo y llevaron a sus países al título, una vez más como técnicos. Zagallo ganó dos Copas como futbolista (1958 y 1962) y una como entrenador, la de México 70 con ese Brasil que para muchos es el mejor equipo de la historia, en el que contó con un gran referente en su plantel como Pelé. (Lea: Cuatro técnicos van por su primer Mundial)

En Italia 1990, Beckenbauer asumió el reto con Alemania y cumplió el objetivo, al quedarse con el título de esa Copa. En ese entonces, su capitán fue otro líder que no se ha ido por el lado de la dirección técnica de países, Lothar Matthaus. Como jugador logró el título de Alemania 1974, siendo una pieza fundamental de ese plantel.

En el Mundial de Francia 1998, Didier Dechamps salió campeón. Luego asumió su papel de entrenador y dirigió en clubes como Mónaco, Juventus de Turín y Marsella. En julio de 2012, luego de seis títulos con el segundo club francés que dirigió, pasó a ser el entrenador nacional de su país y se trazó el objetivo de volver a levantar una Copa del Mundo, pero esta vez como técnico, algo hecho por los mencionados Zagallo y Beckenbauer.  (Le puede interesar:  “Los pequeños detalles marcarán la diferencia ante Bélgica”: Didier Deschamps)

Clasificó al Mundial de Brasil 2014, pero fracasó en su primer intento. Sin embargo, le respetaron el proceso. Creyeron en que con la calidad de jugadores que tenía se podría construir algo mejor. En la Eurocopa 2016 llegó a la gran final en casa y eso ilusionó a un país con regresar a la élite del mundo. “Hace dos años fue tan doloroso, que ahora esperamos saborearlo”, dijo luego del paso a la gran final de Rusia 2018, recordando los duros momentos que vivió tras perder la final de la Euro ante Portugal.

Ahora, en Rusia, tras coronarse campeón de Rusia 2018, no se cambia por nadie. Se unió a ese selecto grupo. . (Lea también: Kylian Mbappé, el niño que quiso seguir los pasos de Thierry Henry)

Lejos de querer llevarse el protagonismo por estar cerca de igualar la gesta de Zagallo y Beckenbauer, Deschamps les da todo el crédito a sus futbolistas. “Son ellos los que están ahí y los que juegan. Me alegro sobre todo por ellos. Han conseguido una cosa excepcional. Mis hombres tienen ambición, carácter y una mentalidad ganadora”, indicó el técnico francés, en una rueda de prensa a medios en la que estuvo presente El Espectador.

“Mis jugadores son jóvenes, pero mentalmente fuertes. Tienen experiencia y una buena predisposición. Lo demostraron contra Bélgica y ante rivales difíciles como contra los que hemos jugado en esta Copa del Mundo”, destacó el entrenador que se caracteriza por ser allegado a los jugadores, los motiva y los trata de una manera similar a la que él lo hacía cuando era quien estaba en la cancha. En esa selección de 1998 compartió con grandes líderes y referentes como Zinedine Zidane, Patrick Vieira, Lilian Thuram y Laurent Blanc, y a pesar de eso era él quien tomaba la vocería. Por eso, con 49 años, no se amilana ante grandes estrellas que tiene en su equipo, como Antoine Griezmann, Paul Pogba y Hugo Lloris. “Él es un hombre que vive el fútbol de una manera particular. Nos ha dado mucha confianza y eso se nota en la cancha, en la manera como jugamos”, destacó el capitán Lloris, en diálogo con El Espectador, luego del triunfo ante los belgas en el estadio de San Petersburgo. (Lea: Las costumbres uruguayas del jugador francés Antoine Griezmann)

Por Luis Guillermo Montenegro - Enviado especial a Rusia

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