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La Amazonía brasileña perdió durante el pasado noviembre un área de 75 kilómetros cuadrados de selvas, que fueron depredados por la acción del hombre, informó una organización no gubernamental.
En relación al mismo mes del año pasado, el dato supone que la deforestación aumentó un 21%, indicó el estudio realizado por el Instituto del Hombre y del Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon).
Según los cálculos de esa institución, realizados sobre la base de mediciones de satélites oficiales, entre agosto y noviembre de este año, que es el período en que tradicionalmente se agudiza la deforestación, el área de selvas perdidas sumó 757 kilómetros cuadrados.
Imazon añadió que esa cifra representa un aumento del 29% en relación al mismo período del año pasado.
La reducción del ritmo de desforestación en la Amazonía es una de las prioridades del Gobierno brasileño y fue presentada como uno de sus objetivos durante la reciente Cumbre sobre Cambio Climático que se celebró en Copenhague, en la que anunció que aspira a reducir la tasa de desaparición de selvas en esa región en un 80% para 2020.
Brasil es uno de los grandes emisores de gases contaminantes del mundo y el mayor porcentaje de esa liberación de dióxido de carbono obedece precisamente a la progresiva desaparición y quema de selvas, a fin de preparar terrenos para la actividad agropecuaria.
Según el Gobierno, la disminución del ritmo de la deforestación que se baraja para la Amazonía supondría reducir las emisiones del país en unas 580 millones de toneladas de dióxido de carbono por año.