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“Las Pavas, crónica de un desalojo” fue el título de un artículo de Alfredo Molano publicado por El Espectador en agosto de 2009. El texto se refería a la historia de 120 familias que han sido desalojadas cinco veces de un predio ubicado en el sur de Bolívar, la más reciente por parte de una firma que es subsidaria del Grupo Daabon.
Este fin de semana, Las Pavas volvió a ser noticia, con la decisión de la multinacional de cosméticos inglesa The Body Shop de suspender un contrato con el Grupo Daabon para el suministro de aceites vegetales.
Mediante un comunicado de prensa, la firma europea explica que tomó la decisión al no poder determinar de quién son los terrenos de Las Pavas. Sobre el particular, el Grupo Daabon insiste en que siempre ha actuado de buena fe y que las investigaciones independientes desarrolladas sobre el tema demuestran que “hemos cumplido con la Ley. El desalojo fue mandado por los jueces. Lo que sucede es que las ONG que participaron del tema no se aguantaron que lo estudios hayan salido a nuestro favor y pararon unos activistas en frente de los almacenes The Body Shop de Chicago, por lo que la empresa decidió poner fin al contrato”, explica Alfonso Dávila Abondano, vicepresidente agroindustrial del Grupo Daabon.
Una de las ONG a la que se refiere Dávila Abondano es Christian Aid, que participó en las investigaciones sobre la propiedad de la tierra. El ejecutivo agregó que los “más afectados con esta decisión son 230 familias del Magdalena que producían el aceite para The Body Shop mediante el esquema de alianzas productivas”. El negocio con la compañía de cosméticos representaba ventas anuales cercanas a los US$3 millones.
Según Vanesa Estrada, abogada de los campesinos desplazados de Las Pavas, sólo 3 de los 14 predios que fueron invadidos por sus defendidos tenían títulos de propiedad a nombre de Jesús Emilio Escobar, tío de Pablo Escobar Gaviria, quien a su vez le vendió las tierras al consorcio Labrador, del que forma parte C.I. Tequendama S.A, subsidiaria de Daabon.
La decisión de The Body Shop tuvo que ver con sus principios de Comercio Ético, que buscan que todos sus proveedores cumplan con reglas que respeten el medio ambiente y no generen conflictos sociales en las zonas donde operan.