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“Nací siendo publicista; cuando nací mi papá ya llevaba 10 años con la agencia”. Así recuerda Christian Toro cómo se adentró en el mundo de la publicidad y explica por qué ya lleva 26 años al frente de la agencia Toro Vázquez Mora - Fischer América, que fundó su padre (Guillermo Toro) y que recibió como herencia cuando sólo tenía 23 años.
El lunes la compañía cumplió seis décadas de fundada y al preguntársele a Toro, actual presidente, cuál es el secreto del éxito, él sin titubear responde: “La pasión, la creatividad, el compromiso y, claro, los resultados”.
Ese legado paternal parece no estar sólo respaldado por el éxito comercial de las campañas que la agencia ha hecho para empresas tan importantes como Bavaria o Comcel, sino que además en estos 60 años la agencia ha ganado más de 600 premios.
“De mi papá heredé, primero, el ADN paisa, que me enseñó a trabajar de manera incansable, la pasión y la honestidad”, afirma el empresario.
Esa pasión es la que ha hecho que pese a las innovaciones tecnológicas y a los cambios en el mercado, Toro Vázquez Mora - Fischer América sea una de las agencias de publicidad líderes en el país y desarrolle campañas exitosas que conquistan a consumidores cada día más exigentes. “El secreto son 360 grados de comunicación, es decir, rodear al consumidor, conocerlo muchísimo, porque cada vez es más difícil llamar la atención del consumidor y encontrarlo, con tantos medios que hoy existen; esa es la diferencia y el reto de la publicidad actual frente a la de hace unas décadas”, afirma Toro, quien sostiene que su mejor campaña son sus hijos y prefiere no comprometerse nombrado un trabajo específico para no herir las susceptibilidades de sus demás clientes.
Lo que sí reconoce este administrador de empresas es que el público más difícil son los jóvenes, “porque hacen muchas cosas al tiempo: ven televisión, navegan en internet, chatean, juegan Nintendo, hacen cien vainas simultáneamente y son muy selectivos, buscan productos nuevos, no siguen tendencias, por el contrario, tratan de imponerlas”.
La herencia de Guillermo Toro también aparece hoy como el as bajo la manga de la agencia en momentos en que la economía nacional se desacelera. “Somos un reflejo de la economía y cuando hay crisis se debe seguir trabajando, porque son oportunidades para mejorar y las crisis son pasajeras. Además, trabajamos en traer los mejores talentos nacionales e internacionales y en cumplir las expectativas de los clientes, porque si conozco bien el producto, la estrategia y el consumidor, la campaña se vende sola.
Toro finaliza resumiendo la buena publicidad “como dijo un publicista famoso, la efectividad y la creatividad no sirven si no venden”.