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Detrás de estos hallazgos está el “Colombian Documentation Project”, que desde el año 2000 ha desenterrado decenas de documentos clasificados sobre el conflicto armado colombiano. El Espectador habló con Michael Evans, su director.
¿Cómo llegó a estos documentos?
Los encontré hace uno o dos años, y luego del informe sobre falsos positivos que produjo el Ejército en noviembre, consideré publicarlos como aporte a este debate. Quiero mostrar que para esclarecer este tema se debe acudir a múltiples fuentes. Y aunque el ministro Juan Manuel Santos afirme que “hay que tener cuidado con estos documentos”, yo creo que éstos hablan por sí solos. De hecho, lo que deben hacer él y el Ejército es desclasificar el informe que ellos produjeron, luego de los escándalos de noviembre.
Los documentos parecen revelar una tradición de incentivos perversos...
No hay un documento que demuestre que hubo en los noventa una política de este tipo. Pero sí que hubo una práctica que fue explícita o tácitamente promovida por altos mandos del Ejército. Allí existió una forma de presión en términos de alcanzar un resultado (en el número de bajas producidas) para ascender en la institución.
En otros documentos usted encontró que hubo fricciones entre Pastrana y Washington durante el diseño del Plan Colombia, ¿por qué?
El gran asunto de Pastrana era pactar la paz con las guerrillas. A los Estados Unidos les importaba que sus operaciones antinarcóticos no fueran puestas en riesgo por sus sueños de paz. Apuesto a que Pastrana era visto en cierta medida como poco realista y se creía que iba a estropear el progreso alcanzado contra las drogas.
¿Le están ayudando a Gonzalo Sánchez en la Comisión de Memoria Histórica (CMH)?
El tema de los Derechos Humanos es el más urgente en este país por cuenta de comisiones de verdad, como el grupo de Memoria Histórica, o la Comisión de Verdad del Palacio de Justicia, y por eso quiero trabajar también con la Procuraduría y con la Fiscalía. El informe sobre la masacre de Trujillo (recientemente presentado por la CMH) ha conducido a que cierta gente esté siendo procesada penalmente y eso me lleva a pensar que este es el momento para enfocarse en el tema.
Si entrevistara al presidente Uribe, ¿qué le preguntaría?
Acerca de ese documento de 1991 que menciona sus nexos con el cartel de Medellín. También le preguntaría por su relación con el general Rito Alejo del Río, su época como gobernador de Antioquia y su apoyo a las Convivir.
¿Está Washington interesado en facilitar una comisión de la verdad?
Lo hemos intentado, pero la atmósfera política no es buena. No creo que alguien en la administración de Bush esté interesado en excavar en este tipo de asuntos.
¿Cambiarán las cosas con Obama?
¡Eso espero! Compartimos documentos con varios de sus asistentes que están trabajando en el tema del narcotráfico y el paramilitarismo.