Publicidad

Competencia por China

Perú y Chile ya cuentan con tratados de libre comercio, una estrategia que sería perjudicial para Colombia y causaría serios estragos en su industria; sin embargo, el país no tira la toalla.

Natalia Tobón Tobón / China Files-Pekín
13 de diciembre de 2009 - 08:51 p. m.

La negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Perú comenzó en noviembre de 2008 con la visita del presidente Hu Jintao a Lima. Y a pesar de que  cinco meses después se firmó, sólo la semana pasada el Congreso peruano ratificó su contenido, con lo que el acuerdo entrará en vigencia el próximo 1° de enero de 2010.

China es actualmente el segundo socio comercial de Perú. Las exportaciones al país asiático, que durante los primeros nueve meses del año alcanzaron los US$2.738 millones, se centran en minerales como el cobre, plomo, hierro y cinc, al igual que la harina de pescado.

El tratado también busca incentivar la exportación de nuevos productos tradicionales, especialmente agroindustriales. En 2008 las importaciones chinas en este sector fueron de US$15.237 millones, y Perú está atento a satisfacer la necesidad del gigante.

Este año, aún sin el TLC, se calcula que las ventas de fruta fresca en Perú crecerán el 35%. “Al margen del tratado, debemos ponernos de acuerdo, fruto por fruto, con la autoridad sanitaria china”, declaró Harold Forsyth, embajador de Perú en China.

Para Wu Guoping, director de la División de Economía del Instituto de América Latina, este es el tratado más completo que haya firmado China con algún país, pues abarca aspectos tan diversos como el comercio de bienes y servicios, medidas sanitarias y propiedad intelectual. Aunque Perú es el país latinoamericano con mayor inversión china —asciende a US$1.400 millones y se concentra en el sector minero y energético—, quiere usar este TLC para fomentar y diversificar los intereses asiáticos.

¿Camino a seguir?

Chile, después de tres años de haber firmado el TLC para el área de bienes, ha visto crecer su intercambio comercial: en 2008 alcanzó los US$17.000 millones, con superávit para su nación gracias al cobre.

Próximamente firmará el área de inversión para lograr un acuerdo integral. Esta última fase busca ofrecer garantías de inversión a los chinos y “promover la zona franca al norte del país, en el que sus productos serán reportados como de origen chileno y así disfrutarán de nuestro acceso preferencial gracias a los más de 55 tratados de libre comercio firmados por Chile”, afirmó el embajador chileno en China, Fernando Reyes Matta.

Pero en el caso colombiano un tratado de libre comercio con China sería inconveniente, pues no mejoraría la ya desequilibrada balanza comercial. “Hay cuatro sectores que se afectarían fuertemente: textiles, confecciones, zapatos y juguetería. La producción china y colombiana son competencia y sus bienes no son complementarios”, afirmó el embajador colombiano, Guillermo Ricardo Vélez. 

En sectores como el de fruta fresca, Vélez recalca que Colombia aún no tiene el volumen para satisfacer a China. Por eso la estrategia es mostrarse como un espacio de posibilidades y facilidades de inversión, y para esto desarrolló herramientas jurídicas como el Tratado de Protección de Inversiones con China.

Cada país a su modo busca ofrecer las mejores condiciones de inversión a los asiáticos y captar su atención. En ese camino también va Costa Rica, que ya afirmó que suscribirá su TLC con China en el primer semestre de 2010. Otro país más en la línea de partida.

Por Natalia Tobón Tobón / China Files-Pekín

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar