El mito de que los aportes parafiscales (cajas de compensación familiar, Sena e Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) son una carga a la generación de empleo en Colombia, ha sido puesto en duda por un informe de la Universidad Externado de Colombia sobre situación laboral.
Según el más reciente boletín del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de ese centro académico, dado a conocer ayer, suprimir estas ayudas sólo haría que la marginalidad disminuyera levemente y un aumento muy pequeño, el 1%, en la ocupación.
El documento es crítico con los diferentes modelos económicos propuestos para la eliminación de estos aportes, como los modelos de equilibrio general (MEG), las series de tiempo y los modelos microeconómicos de panel, los cuales funcionan con variables fijas que no permiten medir los cambios de rumbo de la economía.
Además, el estudio resalta que “la parafiscalidad laboral poco ha crecido durante los últimos veinte años. Mientras que el aporte a las cajas de comprensación familiar no se ha modificado desde 1957, el incremento de las contribuciones al Sena y al ICBF apenas representa el 15,5% de la subida de los costos laborales no salariales totales a cargo de las empresas”.
De esta forma, el estudio se opone a la propuesta de Fedesarrollo y ANIF de desmontar los parafiscales y sustituirlos por otros gravámenes, pues estos últimos serían asimétricos. “Si aumentar la parafiscalidad reduce el número de ocupados, su disminución no llevaría a mayores ganancias en términos de empleos”, explica el documento.