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Pocas casas en Valledupar guardan tantos recuerdos de buenas parrandas y de momentos memorables para la historia del departamento del Cesar, como la de los Molina. Hoy este centro de cultura vallenata y tradición, llora la partida de su patriarca don Hernando Molina Céspedes (1927- 2010).
Hijo único de Mercedes Céspedes y de Hernando Molina, fue el primer puente que se tejió entre la entonces lejana Provincia de Padilla y la aristocracia bogotana. Alfonso López Michelsen, Rafael Rivas Posada, Miguel Santamaría, Jaime Posada, Jaime García Parra, entre otros capitalinos conocieron de los juglares vallenatos, de Rafael Escalona y de Alejo Durán, gracias a la amistad con Hernandito, quien se hizo abogado en Bogotá pero siempre se mantuvo cercano a su tierra.
Luego sería el gran cómplice de Consuelo Araújo, su esposa y madre de sus cinco hijos Hernando, María Mercedes, Ricardo, Rodolfo y Andrés Alfredo, para hacer de su casa, el hogar del Festival Vallenato. Ahí se gestó y ahí pasaron momentos memorables los miembros del grupo de Barranquilla Álvaro Cepeda, Cecilia Porras, Gabriel García Márquez y todos aquellos conocidos y desconocidos que se aventuraban a Valledupar para descubrir a un hombre tranquilo y alegre que abría las puertas de su casa para ofrecer parrandas memorables acompañadas por las notas de un buen acordeón.