“Nosotros, los abajo firmantes académicos, abogados y otros miembros de la sociedad civil, tenemos conocimiento de que desde el mes de enero la policía antinarcótica de Colombia ha establecido una base de operación en la localidad de Guapi, en la costa caucana, desde donde se llevan a cabo las operaciones de fumigación en grandes partes del bosque tropical”.
Así comienza la carta que 54 destacados investigadores de universidades en Francia, Estados Unidos, España, Escocia y Colombia le enviaron al presidente Álvaro Uribe Vélez con fecha del 22 de mayo, Día Internacional de la Biodiversidad.
Solicitan un paro inmediato de la campaña de fumigación de cultivos ilícitos en esta zona, no sólo por tratarse de un rincón megadiverso, sino por las implicaciones que tienen las aspersiones para las comunidades locales.
La carta, encabezada por Ulrich Oslender, de la Universidad de Glasgow, termina señalando que “muchos de nosotros tenemos un compromiso de larga trayectoria con las comunidades en la región de Guapi. Hemos visitado la región en muchas ocasiones y sabemos de qué estamos hablando”.
Consultada sobre el tema, la viceministra de ambiente, Claudia Mora, explicó que al Ministerio han llegado en las últimas semanas algunas quejas de la zona de Guapi y que a raíz de ellas, funcionarios de la entidad visitaron el lugar para evaluar la situación.
“Los informes dicen que esa zona está llena de coca”, comentó la viceministra. Explicó que el programa de fumigación está en manos de la Policía Antinarcóticos y la función del Ministerio de Ambiente es verificar que se cumplan los requisitos que se incluyeron en la licencia ambiental otorgada para las fumigaciones.
Por lo pronto recordó que las únicas zonas donde está prohibido fumigar son los parques nacionales y las áreas protegidas.