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Renato Cisneros arrastraba una vida normal, en el anonimato necesario de una enorme redacción como la de El Comercio –el diario de mayor circulación de Perú– embolatado entre las páginas políticas y columnas semanales de deportes.
Si sus compañeros lo diferenciaban, era porque había escrito un par de libros de poemas; por un lunar que interrumpe su cachete, y porque en los pasillos solía quejarse con broma de su discurrir nada afortunado por el mundo amoroso. Quizás fuera más preciso decir que el de Renato, era el discurrir propio de la mayoría de mortales que a los 30 años no saben qué va a pasar con su vida, pues empiezan a ser testigos de que los amigos compran anillos de matrimonio mientras ellos no osan abandonar la casa materna.
Hasta ahí, ninguna razón para dedicarle un doble página en un periódico. Un día cualquiera a principios de 2007, su editor general llegó con la idea de que escribiera un blog: “Sobre política para jóvenes”, pensó el iluso periodista, que no se imaginaba el bombardeo de cambios para su vida que traería esta idea. “Muy aburrido” pensó el editor, quien lo alentó a que escribiera algo personal, más bien íntimo.
Con el escepticismo que supone para un periodista ser personaje de sus propias historias, Renato se lanzó al agua, o más bien, a la avalancha que es la internet y en marzo de 2007 abrió un blog que tituló: Busco novia. “La búsqueda de novia, por supuesto, era un pretexto sublimado. Si había que responder una pregunta esa era: ¿De qué motivaciones afectivas está hecha la vida de un soltero de treinta años?”, escribió Renato en el prólogo del libro con el mismo título del blog. Sí, porque el experimento virtual se hizo tan famoso que ahora circula un libro por las librerías de Perú y pronto de Colombia. Pero eso es ir muy adelante en la historia.
El primer escrito que evocaba las decepciones de la adolescencia, y que colgó Renato en la Web se tituló: “Tú me hiciste brujería”. Y no se había terminado el día cuando el divertido relato registraba más de 90 comentarios. “Ya no pienses en ella”, “A ver a ver, qué tal la coincidencia, yo justo busco novio como tú… pero ¿cómo saber si te gustaré?”. “Es cierto, las personas a partir de los treinta nos planteamos miles de cosas”, decían sus primeros lectores. Al parecer, Renato había logrado lo que su jefe bautizó como una “salvajada”.
En adelante, las historias de mentiras, de ex novias que reaparecían, de mujeres que después de unos días de ausencia ya no recordaban ni su nombre, compañeras de cita que terminaban flirteando con su mejor amigo e incluso los dilemas de qué hacer con el blog cuando había aparecido una posible novia, se convirtieron en historias que sagradamente los peruanos empezaron a disfrutar en internet, pero sobre todo a comentar. El blog de Renato empezó a registrar en promedio 800 comentarios por semana con picos como el registrado el 19 de febrero con 1.351 o el del 4 de agosto con 1.103 acalorados y comprometidos mensajes de sus lectores.
Por supuesto y como han de suponerlo, sobre todo los hombres, a Renato la vida sentimental empezó a cambiarle. En los bares, frases como “¿tú eres Renato, el del blog?”, “Ayyy, eres Renato, claro… Ese lunar, te saqué por el lunar, me encanta tu blog”, empezaron a ser pan de cada día. El tímido periodista –que en realidad siempre había estado lejos de cualquier pretensión de galán–, no sabía qué hacer con tanta exposición. Sobre todo con la sospecha de que todo esto entorpecería sus verdaderas intenciones de ser poeta; pero ya la ráfaga parecía imparable, su lunar incluso había traspasado fronteras.
Colombia, amoríos expuestos
Un día, el prometedor blogger vino a Cartagena a participar en un taller dictado por el cronista del New Yorker, John Lee Anderson. Siete días de arduo trabajo junto con otros 20 periodistas de toda Latinoamérica, por el que Renato pensaba pasar sin pena ni gloria.
El intercambio de miradas con una joven periodista colombiana que parecía un poco impúdica ante su interés al otro lado del salón; un cuarto de hotel que se convirtió en el escenario para terminar su trabajo final –en donde ni siquiera hubo un roce de coquetería– y una despedida en el aeropuerto El Dorado con una promesa, siempre entredicha, de seguir escribiéndose, hicieron que Renato, unos días después, utilizara su blog para hacer una tardía confesión romántica.
“Hasta ahora no entiendo, Angélica, por qué no te di un beso. Los siete días en Cartagena los pasé deseando fervorosamente que eso ocurriera. Sentía que tú querías lo mismo, pero nunca me atreví a tantearte. A propósito de eso, en el avión de regreso a Bogotá, cuando te obsequié mi libro de poemas, escribí una dedicatoria que decía: “Por todo lo que pasó, pero sobre todo por todo lo que no pasó en Cartagena”. “Era un mensaje críptico pero estaba seguro de que tú lo descifrarías”, escribía Cisneros mientras sus lectores enloquecían, quizás alentados por el recuerdo de sus propias aventuras de verano, amores lejanos y deseos no consumados. “Renato te recomiendo esta página www.avianca.com”, “Chibolo inmaduro, exhibicionista, poco hombre, lunarejo , charo, pavo ¿deberías poner todo esto en tu tarjeta de presentación”, increpaban unos de los 896 mensajes registrados.
Así como la historia con la colombiana, un historial con novias que eran bautizadas con anónimas iniciales como OC, J y L empezaron a llegar a la pantalla de otros bloggeros que no podían dejar de sorprenderse con el éxito de un sitio de internet cuyo único mérito, aparte de su impecable escritura, era hablar de lo que todos sufrimos. Claro está, que los relatos llegaban antes a las pantallas de las susodichas que en ocasiones se derretían con los comentarios de Renato y que en otras le retiraban para siempre el saludo por haber expuesto públicamente sus descortesías o inmadureces.
El escritor español Rafael Fernández que lleva un exitosísimo blog en el diario español 20 minutos, aseguró que “Busco Novia es el blog con más comentarios del mundo”. Una observación que si bien podría sonar exagerada, apenas logra hacerle justicia a las más de 70.000 visitas que registra el blog cada semana.
La bulla llegó a oídos de la editorial Aguilar que no tardó en ver que estaba frente a una mina de oro. Y los vaticinios fueron más que ciertos. El blog fue convertido en un libro que no había llegado a los estantes de la Feria del Libro de Lima cuando ya estaba agotada y sus ventas astronómicas le merecieron el honorífico lugar del más vendido (sumándole que Renato tuvo que salir escoltado de los recintos feriales a los que asistió por la avalancha de lectores).
Renato, el normal, el sencillo Renato, ya no sabe a dónde irá a parar esto, no sólo porque acaba de recibir una propuesta del realizador cinematográfico Daniel Ro para llevar a cabo una serie basada en los enredos y decepciones narrados en su blog y porque acaba de convertirse en la nueva voz joven del publicitado programa Radio FM Capital, sino porque él mismo ya no sabe si están muy claras las fronteras entre el Renato que aún camina por los corredores de El Comercio y que quiere conseguir finalmente una compañera sentimental y el que protagoniza todas las historias del blog que al final quiere seguir siendo un huidizo.
El éxito, insospechado de este blogger puede reducirse a lo que hábilmente escribió el columnista del diario Público de España y creador de Etiqueta Negra, Julio Villanueva Chang en la solapa del libro: “Renato Cisneros nos descubre lo obvio de la estafa amorosa: que todos nos creemos originales en el amor y no lo somos, que su sabiduría está hecha de fracasos y que es inútil dar consejos”. Su éxito, dice Villanueva, “es haber creado una red de confraternidad para sentirnos ridículos y tontos, pero ya ni tan culpables ni tan solos”.
Por cierto, el escritor peruano estuvo por estos días en Colombia y su anhelado y distendido reencuentro con la periodista colombina quedó fielmente registrado en su blog. Las intimidades del encuentro que se le colaron en el relato han hecho que sus lectores se enfrasquen en una acalorada discusión moral. Esto, sin duda, son los riesgos de salir con alguien que tiene un blog llamado ‘busco novia’.
Generación Y, voces desde Cuba
“Generación Y es un blog inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una “y” griega. Nacidos en la Cuba de los años 70 y 80, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración”. Con estas palabras, la cubana Yoani Sánchez introduce su blog que se convirtió en una ventana sincera y cotidiana hacia la realidad de la isla.
Yoani habla de lo de todos los días, de las tardes, de la comida, del sol y de cómo es el matrimonio en Cuba. Con su estilo sencillo y crudo, esta mujer cubana logró más entradas a su blog —que abrió desde 2007— que cualquier página oficial de la Isla. El reconocimiento a su trabajo ha llegado con varios galardones de periodismo como el Ortega y Gasset 2008 y el Premio del Jurado en Bitácoras.com 2008, así como dos nominaciones al 2008 Weblog Award y al Bob Blog Award, dos de los reconocimientos más importantes para sitios en la red.
Así, con su estilo propio y sencillo desdecuba.com/generaciony se ha convertido en un fenómeno periodístico.