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La crisis económica global dominó la Cumbre UE-América Latina y Caribe, que reunió en Madrid a jefes de Estado y de Gobierno de 60 países. El presidente anfitrión, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró: “En un mundo cada vez más globalizado, donde las respuestas a la prosperidad se encuentran en la unión de los esfuerzos, la capacidad para el crecimiento económico, y por tanto la política social, está en la apertura, en la liberalización y no en las fronteras”. Para Zapatero, Haití es el mejor ejemplo de cooperación birregional.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó: “Los líderes que se han reunido aquí representan más de 1.000 millones de personas, un tercio de los miembros de las Naciones Unidas y una cuota significativa de la economía mundial”. Sin embargo, puntualizó, “esto seguirá estando por debajo de su potencial si las dos partes no se involucran a nivel político. Debemos aprovechar las oportunidades para convertirnos en verdaderos socios estratégicos en un mundo globalizado”.
En la cita se lograron importantes avances a nivel comercial. Los únicos países que tenían Tratados de Libre Comercio (TLC) con Europa eran Chile y México. Después de la reunión la lista creció. Tras varios días de negociaciones se logró un acuerdo de asociación y libre comercio entre la UE y los países centroamericanos (Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá, El Salvador y Nicaragua), el primero que alcanza la Unión con un bloque regional.
Las negociaciones, que se iniciaron en 2007, se prolongaron hasta el último momento debido a desavenencias en capítulos como las denominaciones de origen y productos como la leche en polvo. El Tratado se firmará este jueves, al igual que los ya cerrados con Perú y Colombia. Estos acuerdos, junto con el desbloqueo de las negociaciones con Mercosur, son el resultado más palpable de la Cumbre.
Pero a no todos los presidentes les gustó el resultado de la Cumbre. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró insuficientes los resultados de la reunión y anunció que la próxima, que se celebrará en su país en 2012, espera que sea la primera a “ritmo del siglo XXI”.
“Hemos logrado resultados, pero creo que no son suficientes. Siento que estamos enfrentando viejos problemas con viejas soluciones”, afirmó Piñera en una rueda de prensa. El gobernante chileno declaró que a su juicio hay “soluciones distintas” y alertó que los “los problemas van más rápido que las soluciones en el contexto mundial, entre ellos lograr un crecimiento inteligente propio del siglo XXI, de la sociedad del conocimiento y la información, que sea sustentable e “incluso que sea capaz de derrotar la pobreza e incluirnos a todos”. A juicio del presidente chileno, en esos frentes “no estamos logrando los resultados que necesitamos y que podemos lograr”.
Los países también se comprometieron a combatir la impunidad de los delitos y, en concreto, los incluidos en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, como los crímenes contra la humanidad. “Se deberán adoptar medidas de ámbito nacional u otro orden adecuado a intensificar la cooperación internacional, con el fin de que dichos delitos sean sometidos a la acción de la justicia”, señala el texto. La declaración final de la Cumbre, suscrita por todos los líderes europeos, latinoamericanos y caribeños, sale a la luz coincidiendo con el debate existente en España en torno a la impunidad de los crímenes del franquismo y la actuación del juez Baltasar Garzón en su intento de investigarlos.
También se acordó la creación de la Fundación UE-América Latina, una nueva institución que pretende unir lazos y contará con un presidente y un director ejecutivo elegidos para ejercer sendos mandatos de cuatro años. La sede no quedó definida.