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El bloqueo norteamericano a las compras de armas de Venezuela incrementó considerablemente la entrada de Rusia como proveedor a ese país. A su vez, esto ha convertido a Latinoamérica en el mercado bélico más importante para Moscú en el mundo. Esa es la revelación que hizo el miércoles el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) en su Balance Anual Militar publicado en Londres.
Según este extenso estudio global, el boicot norteamericano a las compras militares del régimen de Hugo Chávez ha obligado a Caracas a canalizar todas sus compras a través de Moscú, que actualmente es el segundo proveedor de armas en el planeta. Rusia llegó incluso, en 2009, a proveerles un crédito de US$2.200 millones a Hugo Chávez para que éste incrementara y renovara su artillería. Parte de este dinero se tradujo en la compra de aproximadamente 100 tanques T-72 y lanzamisiles Smerch.
En los últimos años, asegura el IISS, Venezuela ha gastado aproximadamente US$4.000 millones en compras militares a Moscú.
Caracas repite incansablemente el hecho de que la mayor amenaza a su seguridad proviene de un ataque aéreo, concertado por quien percibe como su mayor enemigo: el Comando Sur de los Estados Unidos, a través de puestos de avanzada como las bases colombianas y sus bases en las Antillas. Según el informe, Venezuela podría estar adquiriendo, a largo plazo, un “sistema de defensa antiaérea de múltiples niveles (con armas tipo Tor M-1, S300, Buk-M2 y Pechora)”.
En total, las ventas rusas a la región sólo en 2009 ascendieron a US$5.400 millones. Entre otros compradores, se encuentran Perú, Brasil, México y Colombia. Bolivia, Uruguay y Ecuador negocian actualmente acuerdos en esa materia. El gobierno Rafael Correa firmó, el año pasado, un acuero por US$22 millones para la compra de dos helicópteros MI-17. En México, la secretaría de Marina adquirió decenas de estas aeronaves, además de camiones blindados y sistemas de defensa antiaérea. Pérú, entre tanto, compró en 2008 US$514 millones en material bélico rusa. Y Evo Morales se endeudó por US$100 millones para comprar helicópteros, un avión presidencial y equipamiento militar.