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Los Nule ganan por partida doble

De cómo la obra más importante del país en materia vial ha sufrido 18 modificaciones contractuales y financieras en favor de un  reconocido contratista.

Norbey Quevedo H.
06 de septiembre de 2008 - 01:46 a. m.

Pocos contratistas obtienen tantos negocios con el Estado y salen tan bien librados por las controversias que se registran en la ejecución de sus obras, como el Grupo Nule. Con millonarias adjudicaciones para el manejo de regalías, suministro de gas domiciliario, energía, acueducto y manejo de concesiones viales, se consolidan como un emporio económico. Pero nuevamente los ajustes económicos acordados esta semana por el Instituto de Concesiones (Inco) en la construcción de la doble calzada Bogotá-Girardot, el desarrollo vial más importante del país, pueden poner al grupo en el ojo del huracán.

Se trata de un acuerdo al que llegaron esta semana las partes, por medio del cual Inco determinó reconocerle a la Sociedad Concesión Autopista Bogotá-Girardot (de propiedad del Grupo Nule) el pago de $26.978 millones adicionales, ocasionados por la construcción de nuevas obras en la zona conocida como la variante a Melgar, paso obligado para quienes viajan de Bogotá a Girardot y que reduce el tiempo del trayecto en más de una hora.

En concreto se trata de la construcción de un tramo conocido como la Roca del Lancero, cerca de la Base Militar de Tolemaida, que aprobó el Ministerio de Defensa por asuntos de seguridad, pero que según el contratista implicó recursos adicionales no previstos, al tener que trabajar en una zona escarpada y compleja.

Lo ancho y lo angosto

Aunque a la vera del camino el asunto parecería una más de las controversias que se presentan en los negocios entre el Estado y los particulares, en el que los empresarios pedían por la construcción del pequeño tramo cerca de $87.000 y el Inco acordó el giro de $26.978, el asunto tiene ribetes, que prenden las alarmas sobre el desarrollo de la obra.

El 28 de junio de 2004 la concesión fue adjudicada en medio de una fuerte controversia porque la Procuraduría recomendó al Inco declarar desierta la licitación al considerar que existían falencias en el pliego de condiciones y por resultar inconveniente financieramente. Pese a ello, el Grupo Nule resultó ganador de la licitación.

Pero sólo cuatro días después de la adjudicación empezaron las modificaciones al contrato. Variaciones que cuatro años después ya llegan a 18 y parecen excesivas. Cambios que se reflejan en igual número de otrosís, en donde el contratista ha solicitado cambios de fechas, ampliación de plazos de entrega de las obras, cambios técnicos, modificaciones de cláusulas y adiciones de recursos, en un negocio por el cual el Grupo Nule recibirá ingresos de $1,2 billones (ver gráfico anexo).


Por eso, aunque informes de interventoría muestran asuntos como el incumplimiento de las obras en el trayecto 10 de la obra, la recurrente solicitud de más recursos como sucedió el 26 de abril de 2006, la ejecución de trabajos a bajo ritmo a finales de ese año, los reclamos adicionales por $86 mil millones por el concesionario en enero de este año y la parálisis de las obras en la variante que, según la interventoría, realizó el concesionario en 2008, la obra sigue su marcha.

Y como si fueran pocos los beneficios que recibe el Grupo Nule, el propio Estado, a través de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), en la administración de Juan Carlos Vives Menotti, le prestó $25.980 millones, incautados al narcotráfico y destinados a la construcción de cárceles y para la administración de justicia, a fin de financiar parte de la construcción de la doble calzada. Un asunto que tiene a varios funcionarios de la DNE investigados por la Procuraduría.

La justificación

El Grupo Nule sigue creciendo. Nació hacía en 1992 con la constitución de la empresa MNV. Una compañía que en su región natal, Sucre, y posteriormente en Córdoba y Bolívar, ganó varios contratos para la construcción de redes para la prestación del servicio de gas natural.

Una compañía de los jóvenes ingenieros Guido Nule, Manuel y Miguel Velilla, herederos del ex ministro de Minas Guido Nule Amín y del ex gobernador de Sucre Miguel Nule Amín. Y socios del actual alcalde de Barranquilla, Alejandro Char Chaljub.

En sólo 15 años, su grupo empresarial ha crecido. No menos de veinte empresas conforman su círculo de negocios. En pocos años lograron contratos en Bogotá y con entidades a nivel nacional. Hoy sus tentáculos empresariales traspasaron las fronteras. Incursionaron en negocios en España, Brasil y Panamá. Su capital, se estima, llega a varios miles de millones de dólares.

Ahora se alistan para un nuevo meganegocio en Colombia: la construcción de la Ruta del Sol, cuyo costo equivale a US$2.500 millones. Y aspiran a participar en la construcción del túnel de La Línea, para el cual el Gobierno destinó cerca de US$300 millones. ¿Tendrán la misma suerte y beneficios que con la construcción de la doble calzada Bogotá-Girardot?

 Para conocer las 18 modificaciones al contrato de la vía Bogotá - Girardot, haga clic AQUÍ.

Por Norbey Quevedo H.

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