Radiografía de ‘El Loco’

La Fiscalía Antimafia ya tiene muy clara la radiografía criminal de Daniel Barrera Barrera, conocido con el alias de El Loco, el narcotraficante más buscado del país. No sólo su red inmediata de testaferros ya fue identificada, procesada y está ad portas de la extradición, sino que los investigadores conocen su vida con puntos y comas. Saben, por ejemplo, que hace dos décadas fue cotero en Corabastos, que vivió en Fontibón (Bogotá); que sus padres se separaron cuando estaba muy pequeño —Pedro Barrera, su padre, se fue con una ex empleada de su casa—; que su hermano mayor, Ómar, fue quien lo inició en la mafia en Guaviare en 1988.

El 1° de enero de 1990, en El Retorno (Guaviare), Ómar fue asesinado. El Loco cobró venganza y mató uno a uno a los sicarios de su hermano. Se tardó cinco meses. Desde entonces, de raspachín saltó a tener fama de patrón local. Fue apresado en San José del Guaviare por esos crímenes, duró apenas dos meses tras las rejas y se voló. Tomó el nombre de su hermano Arnoldo —que tiene síndrome de Down— y otros más para evadir a la justicia. Dicen que le cortó a Ómar el dedo índice antes de enterrarlo y que con éste firma documentos. Luego metió a su hermano José Demetrio en las vueltas de su organización y mantiene a los demás: Rubiel, Álex, César y dos mujeres. En 1992 comenzó sus andanzas con Miguel Arroyave.

Después trabó alianzas con Carlos Alberto Rentería, alias Beto, con Jhony Cano —narcos del cartel del norte del Valle— y con las Farc en cabeza del comandante del frente 43, Géner García, alias John 40. Traficó a sus anchas mientras el país fijaba su atención en el Proceso 8.000 y después en el Caguán y Ralito. Fue extendiendo su círculo de lavadores, su red de sicarios y narcos puros. En el entretanto tuvo cinco hijos, con distintas mujeres, y todos aparecen registrados como hijos de Arnoldo Barrera. El mayor tiene 21 años, el menor 5. Hacia 1997 regresó a Bogotá, creó la empresa de seguridad Arbar Ganadera E.U., la cual apareció registrada con su nombre verdadero, legalizó su ejército privado y trasladó oficinas de sicarios a la capital.

Se radicó en Chía, compró algunas tierras en Tenjo y Tabio (Cundinamarca) y en 1998 las autoridades allanaron uno de sus predios. Estaba reunido con Beto Rentería y Johny Cano. No fue capturado entonces, sin embargo volvió a internarse en el Guaviare, estrechó sus nexos con Pedro Guerrero, alias Cuchillo, y tras el asesinato de Miguel Arroyave en 2004, su ‘narcoimperio’ se expandió hasta al sur del país. En 2007 se vino de nuevo a Bogotá para tratar de liberarse un poco de la presión de la Fuerza Pública, pero le fue peor, se devolvió y desde entonces se sabe que entra y sale a Venezuela. La fortaleza de su negocio está en las rutas que tiene en Brasil, Argentina, Uruguay, Panamá y México.

A través de empresas de transporte, agroindustriales, firmas de ganado y demás fue camuflando su ilícita fortuna, que calculan se incrementó en la última década en $5 billones. Tan sólo la Comercializadora de Carnes Continental pasó de facturar menos de $1 millón de ganancias en 2003, a $40 mil millones en 2009. Se sabe que una de las personas que más quiere está en Londres estudiando medicina y es sobrina suya. Como es usual, los capos buscan inmortalidad en la música. En su caso, los investigadores encontraron que los hermanos Ariza le habrían dedicado la canción Mi Pauna bonita, pero, de nuevo, en la melodía lo referencian con el nombre de Germán Barrera.

Hace poco fueron detenidos varios de sus más cercanos colaboradores. Entre ellos Óscar Richard Martínez, propietario de Carnes Continental. El Espectador tuvo acceso a una grabación de él con, al parecer, una funcionaria, de nombre Marta, para averiguar por un crédito de $94 millones que obtuvo del Estado. Más allá de hasta dónde llegaron los tentáculos de El Loco Barrera, lo cierto es que Daniel Bustos, Wílmer Ospina y Armando Gutiérrez Garavito constituían su triunvirato de testaferros y ya todos fueron detenidos. “Sólo falta el capo”, dijo a este diario un investigador de la Policía.

La grabación de Óscar Martínez, señalado testaferro de ‘El Loco’

En esta grabación Óscar Martínez, testaferro de ‘El Loco’ Barrera, capturado hace una semana, al parecer dialoga con una funcionaria para averiguar por qué aparece como beneficiario de una línea de crédito de Agro Ingreso Seguro. De la interceptación se desprende que Martínez y la organización del capo sí recibieron dineros del Estado.

Marta: Don Óscar, buenos días.

Óscar Martínez: Necesito hacerle una pregunta sobre los créditos que manejamos por Finagro. No me dieron ninguno.

Marta: Por el ICR no.

O.M.: Lo que pasa es que ahí está apareciendo que recibí $95 millones de incentivos.

Marta: ¿Pero de Finagro, de qué año?

O.M.: Me está apareciendo eso. ¿Finagro es lo mismo que Agro Ingreso?

Marta: No. Agro Ingreso es una línea de crédito especial, pero mientras he estado aquí tengo entendido que esa línea de crédito no se le ha dado a usted, el otro es el ICR, que es un Incentivo de Capitalización Rural sobre proyectos de Finagro que contemplen inversiones en infraestructura o algo. Una cosa es Agro Ingreso Seguro y otra el ICR

O.M.: ¿Son cosas diferentes?

Marta: Agro Ingreso Seguro es una línea de crédito de Finagro, pero independiente que tiene una denominación, AIS, y es porque la tasa de intermediación es mucho más bajita.

O.M.: Doctora, eso está apareciendo en todo este papelerío que estamos averiguando.

Marta: Le aparecerá un ICR.

O.M.: Puede ser.

Marta: Entonces me tocará enviar un correo a nuestra dirección general para ver si es cierto o no. ¿Pero a usted o a la empresa?

O.M.: A la comercializadora.

Marta: Voy a averiguar si fue que se los aprobaron y no se les aplicó o qué pasó.

O.M.: Es que resultó que  averiguando apareció un préstamo de Agro Ingreso por $94 millones.