La valoración corrió por cuenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), que en su informe sobre resultados financieros de 2007, revelado ayer, se dijo que el año pasado los ingresos operacionales de las compañías estuvieron por el orden de los $7,3 billones, lo cual representó un crecimiento de 16% frente a 2006.
Cifras que reunidas corresponden a los estados financieros entregados por las EPS Colmédica, Salud Total, Cafesalud, Sanitas, Compensar, Comfenalco Antioquia, Susalud, Comfenalco Valle, Saludcoop, Humana Vivir, Coomeva, Famisanar, SOS y Cruz Blanca. Sin embargo, cuando las cifras fueron sometidas a un análisis del gremio, se concluyó que el gasto asistencial crece a un ritmo mayor que los ingresos y que la operación, año tras año, reduce los márgenes de rentabilidad de las empresas.
En otras palabras, que los costos médicos son muy altos y que los ingresos no permiten un crecimiento sostenido del negocio, que fueron $180.000 millones perdidos, y que la supervivencia del sector no debería estar supeditada a procesos excepcionales que dependen de la voluntad del Gobierno.
A lo que se refiere puntualmente, dice Juan Manuel Díaz-Granados, presidente de Asemi, es que si en 2007, a manera de salvavidas, las EPS no hubieran recibido del Gobierno nacional ingresos extraordinarios por $226.000 millones (que le tenían retenidos de los años 2006 y 2005, por concepto de cuentas de cobro en el Fosyga por problemas de identificación de afiliados y de compensación), las EPS habrían entrado en su fase terminal.
Los indicadores de rentabilidad no son satisfactorios: 0,62% en las ventas y 6,9% en el patrimonio, monto que no es el más saludable para las compañías. Dice el informe que los resultados no son buenos y la situación de las EPS se torna realmente alarmante, pues se observa el comportamiento de años anteriores, donde los ingresos entre 2005 y 2007, incluyendo los ingresos excepcionales, crecieron 29,5% en términos corrientes, mientras que los gastos lo hicieron en 31,2%.
A pesar de eso “hemos logrado niveles de eficiencia muy buenos con estándares internacionales, altos, somos los mejores dentro de la región, pero no podemos seguir con pérdidas. 2008 es un año lleno de interrogantes y si no hay salvavidas como el del año pasado, porque el Gobierno no ha dicho nada, no sabremos qué pasará. Cada EPS está preocupada por bajar los costos médicos, pero si algo está claro es que habrá un punto en el que se tocará fondo”, apunta el empresario.
El Ministerio de Protección Social no se pronunció al respecto y, por lo pronto, lo que sí está claro, es que la rentabilidad de las EPS sobre ventas es prácticamente de cero en los últimos tres años y la del patrimonio crece levemente si se consideran todos los ingresos, pero cae a cerca del 30% cuando se descuentan los ingresos excepcionales. Una historia clínica que ahora, con un nuevo dictamen, está dejando a las EPS en una plena sala de observación.