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A las 11 de la noche del pasado 12 de mayo la Aeronáutica Civil y el concesionario Opaín suscribieron una ampliación de tres meses al memorando de entendimiento, para definir si se mantiene el actual terminal de pasajeros (T1) o si se demuele para construir uno nuevo.
La decisión de ampliar la fecha obedeció a que la elaboración de los diseños, su revisión y verificación por parte del Grupo Técnico e interventor tomó más tiempo del proyectado, situación que impidió que los amigables componedores (Juan Carlos Echeverry, Alfonso Orduz y Gonzalo Echeverri Palacio) pudieran emitir un concepto sobre la demolición del actual terminal.
Si bien el nuevo plazo permitiría que los amigables componedores pudieran emitir su concepto, que deberá ser avalado por el Conpes y el Confis, hay un obstáculo mayor.
Se trata de un control de advertencia de la Procuraduría, en el cual señala que no es viable jurídicamente que se acepte la propuesta de Opaín, para tumbar el terminal debido a que el plazo contemplado para considerar el tema ya pasó. El ministerio público se refiere al diseño presentado por Opaín hace algunos meses, el cual fue conocido como la X, propuesta que fue rechazada por la Aerocivil.
La Aeronáutica y Opaín considerarán fallido el ejercicio exploratorio antes del término máximo establecido en esta cláusula, si la Procuraduría General de la Nación reitera total o parcialmente los términos del Informe y las recomendaciones realizadas el 2 de abril de 2009 o si no hay pronunciamiento alguno antes del 30 de julio del presente año.
Esto significa que la suerte del aeropuerto más importante del país y de la región está en manos de la Procuraduría.
Eldorado puede quedarse con un edificio viejo y reforzado sísmicamente si se mantiene la posición de la Procuraduría o tener en 2012 un aeropuerto nuevo, de primer nivel, si la entidad flexibiliza su posición.
La Procuraduría considera que la Aerocivil desatendió el Plan Maestro de Aeropuertos de París, en el cual no se contemplaba la demolición del actual terminal de pasajeros. Sin embargo, en la licitación se incluyó esta alternativa, lo cual le da viabilidad al tema.
Frente a esta situación, Luis Fernando Jaramillo, presidente del Grupo Odinsa, del cual hace parte el concesionario Opaín, señaló que ellos lo que quieren es construir un aeropuerto de primer nivel, pero que si la decisión del Gobierno es otra, ellos la acatarán y construirán lo que les digan.