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Parece no haber cómo ni quién pueda frenar la caída libre de los mercados financieros. La incertidumbre y los temores se apoderaron de ellos y no se dejan espantar, ni con medidas ni anuncios, como los del presidente de Estados Unidos, George Bush el viernes, cuando aseguró que su gobierno “actúa y seguirá actuando para conjurar la crisis”. Incluso, el gobierno estadounidense aumentó a US$250 mil la garantía a los depósitos y manifestó que apoyará a empresas del sector real que pudieran tener problemas.
En la jornada del viernes se conocieron otros hechos que afectaron a Wall Street. La agencia de calificación Moody’s manifestó que podría reducir la nota sobre el banco de inversión Morgan Stanley, por las preocupaciones de que la crisis amenace los beneficios y la confianza y rebajó a negativa su nota sobre la deuda de largo plazo Goldman Sachs.
Ayer, la caída fue grande y generalizada, en algunas bolsas hubo pérdidas históricas, como la de Tokio, -9,62% y la de Madrid, -9,14%. Las de Latinoamérica cerraron a la baja, con descensos entre 6 y 8%. Y Wall Street terminó con descenso de 1,49%.
De acuerdo con Mauricio Rodríguez, rector del Colegio de Estudios de Administración (Cesa), “lo que está sucediendo es que el crédito está totalmente paralizado, los inversionistas se están refugiando en la liquidez total o en bonos del gobierno americano. Entonces, sin crédito las empresas no pueden expandir sus ventas, el crédito es el lubricante de todo el sistema”. Añadió que la razón por la cual sigue cayendo Dow Jones, que en un año ha perdido más de 40%, ya no es por la crisis, sino por una sobrerreacción”.
Otro de los problemas es que no hay claridad sobre cómo se va a utilizar el paquete de US$700 mil millones, de acá a que llegue el dinero al sistema, que tardará cerca de dos meses, sumado al tema político, lo cual genera más dudas.
Sobre el desplome de los mercados, el presidente del Banco Colpatria, Santiago Perdomo, dijo que “las bolsas siguen cayendo porque la gente aún no le cree a las medidas adoptadas por el gobierno norteamericano y cuando la gente no cree en un paquete de ayudas, entra en pánico y empieza a liquidar inversiones”. Agregó que se debe esperar a que haya confianza en las ayudas.
La incertidumbre seguirá a la espera de los resultados de las reuniones este fin de semana del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y de los ministros de Finanzas y gobernadores del G7 (EE.UU., Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia).
Sobre Colombia, Rodríguez indicó que “se viene una reducción en las tasas de interés, al igual que en E.U., Europa y Asia, en este momento la prioridad no es la inflación sino la lucha contra la crisis”.
El reflejo de lo ocurrido en el mundo se dio en la Bolsa de Valores de Colombia, que terminó ayer con caída de 8,68% en el índice IGBC, y en lo corrido de 2008 acumula un descenso de 29,84%.