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¿Por qué perdió Antanas Mockus?

Hay siete variables necesarias para triunfar en una contienda electoral.

Camilo Rojas / Analista político. gerente de e-estrategica.com
20 de junio de 2010 - 09:37 p. m.

 Aunque algunas puedan pesar más que otras, dependiendo de la coyuntura, se puede afirmar que el que tenga por lo menos cuatro será el ganador. En ese sentido analicemos la campaña de Mockus en cada variable.

Imagen: la imagen de Mockus se comportó durante la campaña como el electrocardiograma de un aficionado al fútbol durante un mundial. Empezó con un negativo muy alto, repuntó antes de la primera vuelta y se desplomó en la segunda. Esa campaña nunca supo cómo lo percibían o qué imagen había que proyectar. Con la intuición es muy difícil saber eso. Lo único que supo proyectar fue la imagen de honesto que se construyó sin intervención consciente de él, pero nunca supieron si el país quería también un gerente, un líder, un comandante en jefe o cualquier otra cosa. Ni siquiera supieron profundizar la imagen de honesto, hubieran podido generar algunos hechos como hacer pública y solicitar la declaración patrimonial de todos los candidatos, y volver eso comunicación, hasta un spot, algo así como “con esto llego y con esto me iré”. Se dejó el manejo de esta variable a los publicistas, no hubo rumbo.

Mensaje: No hubo disciplina de mensaje. El jingle decía una cosa, los comerciales otra, los discursos otra y así sucesivamente en un ruido muy dañino. Se puede decir que el mensaje primario era legalidad y honestidad, pero como era intuitivo no se percataron que los colombianos estaban casados con un mensaje de continuidad y unos mensajes secundarios de seguridad y empleo.

Manejo del tema: Como todo era intuitivo, pretendieron llevar a la opinión un mensaje que no quería y convencerlo de que el que mejor interpretaba la legalidad y la honestidad era Mockus. En los pocos meses de una campaña electoral uno no debe tratar de cambiar convicciones colectivas, sino cabalgar en ellas e interpretarlas de la mejor forma. La intuición los hizo estrellar contra el muro de las convicciones reales. Los colombianos querían continuidad y Mockus se mostró como el menos capaz de continuar las cosas.

Ajedrez político: Mockus nunca supo manejar esta variable. Peleó con Noemí, con el Polo, con los liberales y hasta con los independientes. No supo congregar y se dedicó a discursos difusos tratando de convocar fuerzas amorfas. Mientras el otro candidato movió un caballo de Unidad Nacional, Mockus movió un peón que escasamente le cubrió un cuadro del tablero.

La estructura política: en un país con tanta pobreza como Colombia usted tiene que pensar en algo tan elemental como el transporte de sus electores. Mockus cree que eso es politiquería, poniendo al elector en una encrucijada: o gasta dinero que su familia necesita o no vota. Mockus renunció de entrada a esta variable por un fundamentalismo mental que le impide dilucidar ciertas realidades.

Tiempos: el Partido Verde nunca pensó que llegaría a la segunda vuelta y con alguna posibilidad de conquistar la Presidencia. Eso hizo que la estrategia no existiera y, por lo tanto, ningún camino para manejar los tiempos de una campaña. El único acierto en esta variable fue el momento de la unión con Fajardo, viendo la campaña seguramente fue algo casual.

Recursos financieros: el dinero es la gasolina de todas las variables porque mueve la campaña. Como ellos no tenían estrategia, no sabían si necesitaban gasolina o cuánto valía desarrollar la estrategia. Lo poco que invirtieron fue sin rumbo. Es decir, malgastaron la plata.

En conclusión, Mockus quería ganar sin saber cómo ganar. Este profesor de matemáticas quería sumar y multiplicar, pero restando y dividiendo.

Por Camilo Rojas / Analista político. gerente de e-estrategica.com

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