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Ya van 10 años y medio...

El profesor Gustavo Moncayo dice que el ministro venezolano Ramón Rodríguez Chacín le entregó una prueba de supervivencia hace dos meses.

Laura Ardila Arrieta
22 de junio de 2008 - 08:07 p. m.
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El profesor nariñense Gustavo Moncayo cuenta que ya son 2.400 los kilómetros que lleva recorridos en la caminata que emprendió hace un año para clamar por la libertad de su hijo, el cabo Pablo Emilio Moncayo, quien el pasado sábado cumplió diez años y seis meses en poder de las Farc. La marcha del ‘Caminante por la Paz’, como lo bautizaron algunos medios de comunicación del país, fue pensada inicialmente sólo desde Pasto hasta Bogotá, pero luego cruzó la frontera hacia Caracas y, unos meses después, atravesó el océano y llegó hasta Francia, país en el que Moncayo anduvo a pie 400 kilómetros, con cadenas en el cuello y  las manos, pidiendo que se realice un acuerdo humanitario entre el Gobierno y la guerrilla.

No obstante, no son muchos los resultados que tiene para mostrar. Por lo menos, no los esperados. El profesor Moncayo ha logrado tener encuentros con líderes influyentes como el papa Benedicto XVI, algunos miembros del Parlamento Europeo y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Ha sido invitado de honor de los mandatarios de Venezuela, Nicaragua y Ecuador e, incluso, ha conversado en varias oportunidades con el presidente Álvaro Uribe. Sin embargo, hasta el momento nada le ha servido para que el Gobierno colombiano reconsidere el “inamovible” despeje de Florida y Pradera, en el Valle —que es una de las condiciones de las Farc para los diálogos de paz—, y avance hacia un intercambio humanitario. De su recorrido, le quedan por ahora los pies ampollados y muchas canas en la cabeza.

También, una nueva prueba de supervivencia de su hijo que le entregó hace dos meses el ministro del Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín, en Caracas. Se trata de un video en el que Pablo Emilio le manda “mucha fuerza” a la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, rehén de la guerrilla desde hace poco más de seis años, y le pide que no se rinda. “Recuerde que son fuente de paz quienes están en paz consigo mismos”, dice. Además se dirige a Uribe: “la guerra sólo trae desolación y muerte. Realice el acuerdo humanitario”. Y a su padre le pide que siga adelante con su marcha y le agradece “por el gran mensaje que está dejando”.

La prueba devolvió la esperanza a la familia de Pablo Emilio, quien junto al soldado Libio José Martínez —secuestrado al mismo tiempo— es el ciudadano que más días ha pasado en manos de las Farc. “Lo vi delgado, como triste. Sin embargo, para mí sigue siendo ‘mi negro’, como si el tiempo no hubiese pasado”, cuenta el profesor, quien acaba de regresar a Colombia luego de una gira de un mes por varios países del continente.

El caminante habló con representantes de organizaciones defensoras de derechos humanos en Estados Unidos; en Argentina se reunió con la presidenta Fernández, quien le prometió que seguiría insistiéndole a su homólogo colombiano que le dé una salida política al conflicto; En Ecuador fue recibido por Rafael Correa, mandatario de ese país, quien le contó sobre


los supuestos contactos que tenía su gobierno con la guerrilla para la liberación de 12 rehenes, hecho que —asegura Correa— se frustró con la muerte de alias Raúl Reyes, número dos de las Farc, en un bombardeo que hizo el Ejército a su campamento.

Pero la travesía no se limitó únicamente a reuniones con políticos. El profesor Moncayo tuvo un encuentro en Argentina con el cantante Facundo Cabral y con el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, con quienes conversó sobre la creación de un movimiento cultural en América Latina que apoye el acuerdo humanitario en Colombia.

México, República Dominicana y Brasil también fueron destinos de la gira. Aunque apenas está desempacando, Moncayo ya gestiona su regreso a Europa para seguir pidiendo por lo de siempre. Algunas fundaciones lo apoyan económicamente en su travesía. Su trabajo como maestro está en veremos porque, según cuenta, posiblemente no le sigan dando permiso para ausentarse. También tiene que lidiar con unas amenazas que han llegado a su correo electrónico, aparentemente de las Águilas Negras. Pero, dice, nada de eso lo hará cambiar de camino. Hasta que Pablo Emilio regrese, seguirá caminando y esperando.

En cifras

126 meses lleva el cabo Pablo Emilio Moncayo en poder de las Farc.

2.400 son los kilómetros que ha recorrido el profesor Moncayo clamando por la liberación de su hijo.

Por Laura Ardila Arrieta

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