Es una estrategia “para ver cómo nos relacionamos con los nuevos congresistas que entrar al Congreso a principios de enero y, lo mismo, como avanzamos en una relación positiva y amplia con el Gobierno entrante (el de Barack Obama)”, explicó Bermúdez.
El canciller subrayó que el Ejecutivo del presidente Álvaro Uribe, quiere desarrollar con el próximo del demócrata Obama una relación “amplia, profunda y eficaz”, en la que será central el Tratado de Libre Comercio (TLC) que ambos países firmaron en 2006.
En este contexto, Bermúdez recordó que Uribe mantuvo la semana pasada una conversación telefónica con la senadora demócrata Hillary Clinton, designada por Obama como secretaria de Estado.
El canciller observó que él también dialogó hace pocos días, por la misma vía, con el general James Jones, que ejercerá como consejero de Seguridad Nacional en el Ejecutivo de Obama.
“Vamos a seguir trabajando a ver si logramos que sea aprobado el Tratado de Libre Comercio y podamos también profundizar en los otros temas de la agenda, de distinta naturaleza”, enfatizó Bermúdez, quien defendió el papel colombiano en búsqueda de la aprobación de este TLC por parte del Congreso en Washington.
El acuerdo comercial, ya ratificado por el Legislativo en Bogotá, no ha sido sometido a votación en el Congreso estadounidense por reparos de la mayoría demócrata a asuntos de derechos humanos y sindicales en este país andino.
Bermúdez sostuvo que Uribe y su Gobierno han hecho todo “lo que se ha podido y más” por la aprobación del TLC en Washington.
“A nosotros se nos ha criticado por intensos, por ir demasiadas veces a los Estados Unidos; se le ha dicho al Presidente que cómo se le ha ocurrido ir personalmente a tratar de sacar eso ante el Gobierno y el Congreso de los Estados Unidos”, admitió el canciller.
Bermúdez agregó que son críticas menores “frente a la responsabilidad de hacer la tarea”.