En la familia Jaime Ovalle, Lady Paola era más que un orgullo. La joven con 31 años de edad se graduó con honores del colegio, estudió dos carreras, ayudó a pagarle a sus padres el apartamento donde viven y buscaba consolidar su familia, pues hacía poco se había ido a vivir con su esposo a Funza, Cundinamarca. (Julie Huynh, Ana Gutiérrez y Lady Jaime: las vidas que apagó el terrorismo en Bogotá).
Desde muy joven, Lady Paola se destacó. Creció en el barrio La Victoria, al sur de Bogotá, junto a sus dos padres y una hermana. Estudió en el colegio Tomás Rueda Vargas, donde se graduó con honores. Eso le permitió entrar a estudiar pedagogía infantil en la Universidad Distrital. “Era muy juiciosa y estudiada mucho. Esa era su meta principal”, asegura Carmen Rosa Daza de Jaime, su abuela.
Pero Lady Paola no ejerció la pedagogía. Trabajó por varios años en Homecenter, donde llegó a ser jefe de personal en el área de atención al cliente y fue precisamente allí donde se conoció con Jhon Parra, su esposo. Eso fue hace aproximadamente seis años, dos años antes de que se fueran a vivir juntos.
La pareja tenía varios planes. Según recuerda el tío de la joven, Nelson Quiroga Daza, él siempre la secundaba en todo lo que ella se proponía. “Era muy alegre, extrovertida, deportiva. Le gustaba todo lo que tenía que ver con alto riesgo y él siempre estaba allí, apoyándola”. (Con flores blancas de papel se rinde homenaje a víctimas de atentado en Andino).
Además, siempre tuvo en su mente ayudar a su familia e integrarla. Quiroga asegura que ella era la encargada de organizar todas las reuniones familiares y de celebrar las fechas especiales: “En Navidad estuvimos en La Mesa (Cundinamarca) cinco días, en un viaje organizado por ella”. Hacía poco llevó a sus padres a un viaje por la región Caribe.
Su abuela agrega que siempre estaba a su lado, retribuyendo su sacrificio de sacarlas adelante. De hecho, una de las primeras metas que se planteó en su vida fue darles una casa a sus padres. Lo cumplió.
Luego, en vista de que sus proyectos profesionales se encaminaban hacia un nuevo rumbo, decidió estudiar administración de empresas y en noviembre pasado se graduó de la Universidad Agustiniana. Ese fue uno de esos primeros pasos que dio para formar su nueva familia.
A los cuatro años de estar con John, decidieron irse a vivir a Funza, en un apartamento que compraron juntos. Sus planes seguían. Dentro del proyecto de vida de Lady Paola estaba el tener hijos. “Quería tener más de dos”, dijo su abuela.
Pero antes de subir ese escalón quería tener más estabilidad. Estaba a la espera de que John terminara su carrera. El sábado pasado, cuando ocurrió la explosión, su esposo estaba sustentando su tesis de grado. Lady Paola le había prometido que lo recogía, así que mientras él terminaba su presentación, lo esperó en el Centro Comercial Andino, cuando ocurrió la explosión en el baño del lugar. Aunque sobrevivió al ataque y fue trasladada a la Clínica del Country, hacia las 8:00 p.m. falleció.
Sus tíos llegaron al centro hospitalario luego de que se enteraran que la joven estaba dentro de la lista de heridos. Al preguntar por ella en la entrada, los llevaron hasta el tercer piso, donde les dieron la noticia. La abuela de la joven se enteró por televisión del deceso. En medio de la espera de la entrega del cuerpo en Medicina Legal, Carmen se preguntaba por qué su nieta, quien se dedicó a cultivar su carrera profesional y ayudar a quienes la rodeaban, murió por culpa de un ataque terrorista.