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La aplicación móvil que le quitó lo engorroso a la marihuana medicinal en EE.UU

La app conecta a los pacientes con los doctores que dan los certificados para el consumo de la droga.

Bloomberg
10 de mayo de 2016 - 10:34 p. m.
Con la aplicación el costo para conseguir el certificado para consumir marihuana es de US$49. /Bloomberg.
Con la aplicación el costo para conseguir el certificado para consumir marihuana es de US$49. /Bloomberg.

 Una experiencia embarazosa intentando conseguir marihuana medicinal le dio a Mark Hadfield, director de tecnología de la firma de telemedicina HelloMD Inc., la idea que necesitaba para estimular su negocio.

“Mi esposa me dio el ‘¡Eureka!’”, dijo Hadfield. Dos años atrás, Pamela Hadfield visitó un consultorio médico de los que se alquilan por horas para conseguir una tarjeta de marihuana medicinal por sus migrañas crónicas. Agendar una cita fue complicado y la oficina carecía de privacidad. La recepcionista gritó su nombre y fecha de nacimiento en una sala de espera repleta de gente y finalmente tomó su presión sanguínea en el escritorio de la recepción. La mala experiencia fue fuente de inspiración para su esposo: en vez de enfocarse en pacientes con padecimientos médicos generales, la compañía pionera en telemedicina conecta a personas en busca de tarjetas de marihuana medicinal con doctores.

HelloMD logró utilizar su tecnología existente para crear un proceso, ya legal, más eficiente y discreto. En un periodo de seis semanas, la app transformada de HelloMD estaba disponible para los californianos. Los usuarios la descargan, contestan dos docenas de preguntas sobre salud y pasan cerca de 20 minutos hablando por video con un médico, quien luego puede recomendarle distintas cepas de marihuana. Los clientes reciben minutos después un PDF con la aprobación del doctor y una tarjeta laminada por correo. El proceso completo tiene un costo de US$49.

Hello MD forma parte del creciente grupo de startups cuyo negocio gira alrededor del cannabis. De acuerdo con un estimado de 2015 de Marijuana Policy Project, cerca de 1,5 millones de estadounidenses han conseguido recomendaciones de doctores para utilizar la marihuana con uso medicinal.

Alaska, Colorado, Óregon, Washington y el Distrito de Columbia han aprobado la marihuana para uso recreativo en adultos y los votantes en California, Nevada y Massachusetts podrían aprobar medidas similares en noviembre. Por lo menos una docena de estados están considerando este otoño (boreal) medidas relacionadas con la marihuana, lo que significa que ésta podría, de una u otra manera, ser legal muy pronto en la mayoría de los estados.

Aunque el cannabis aún es ilegal por ley federal, los estados individuales han recibido carta libre para diseñar sus propias políticas y la aplicación de las leyes nacionales han sido laxas. Inversionistas y emprendedores no han dejado pasar esa oportunidad de mercado. Las compañías de capital de riesgo se sumaron el año pasado, invirtiendo un máximo histórico de US$215 millones en 2015, frente a US$97,1 millones en 2014, de acuerdo a la firma de investigación CB Insights.

Firmas convencionales de capital de riesgo como Founders Fund, DCM, Slow Ventures y Y Combinator hicieron sus primeras apuestas el año pasado, sumándose a los antiguos defensores e inversores del cannabis como ArcView Group y Casa Verde Capital, la firma de Snoop Dogg. Esas inversiones han envalentonado a una nueva clase de emprendedores para lanzar nuevos emprendimientos relacionados con la marihuana, centrados en el cultivo, la distribución o la entrega puerta a puerta. Otras empresas más cimentadas están cambiando el rumbo de sus planes de negocio.

El director ejecutivo (CEO) de Transcend Lighting Inc. comenzó a recibir el año pasado llamadas inesperadas de productores. Su startup, que fabrica luces LED energéticamente eficientes, había estado trabajando con operadores de acuarios que cultivan arrecifes de coral y granjeros canadienses que cosechan lechuga en espacios cerrados. Transcend dijo que sus productos consumen la mitad de energía comparado con el estándar de la industria. Eso es atractivo para los productores de cannabis ya que el costo de electricidad es una de las partes más costosas de la operación.

Bennet dijo haberse sorprendido cuando recibió su primera llamada relacionada con el cannabis. También estaba un poco incómodo puesto que no conocía mucho sobre la industria. Tras confirmar que el abastecimiento de materiales a productores era legal, empezó a hacer productos a la medida para clientes, como ofrecer cuerdas flexibles de LED.

Puesto que el consumo de la marihuana es ilícito para la ley federal estadounidense, bancos importantes y procesadores de tarjetas de crédito, sujetos a estrictas regulaciones, no han estado, hasta ahora, dispuestos a correr el riesgo legal de hacer negocios con proveedores de marihuana, lo cual ha dejado la oportunidad abierta para las startups.

Por Bloomberg

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