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La economía colombiana crecerá un 4 % este año gracias al impulso de la demanda interna, según estimaciones difundidas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que proyecta para 2014 un aumento del PIB del 4,5 % o superior.
En su balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, la Cepal recuerda que a partir del mes de abril, el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, adoptó políticas contracíclicas para estimular la reactivación económica, mediante medidas cambiarias, tributarias y sectoriales.
Para 2014, que será un año de elecciones presidenciales y legislativas, está prevista la realización de un ambicioso programa de inversión pública que incrementaría en cerca de un punto porcentual el Producto Interior Bruto (PIB) potencial, según la Cepal.
Además, las negociaciones de paz en La Habana entre el Gobierno de Santos y las Farc han fortalecido la confianza de los inversionistas, promovida también por el inicio del proceso de adhesión de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La Cepal señala que la situación fiscal se ha mantenido en los rangos previstos, pero advierte que 2013 se cierra con un deterioro en el sector público, que anotó un déficit equivalente al -1 % del PIB, luego del superávit del 0,4 % del año anterior.
La reforma tributaria aprobada en diciembre de 2012 provocó cambios en la estructura impositiva con la creación de nuevos tributos que incrementaron la recaudación en más de un 1 % del PIB y compensaron la reducción de los ingresos.
Las menores presiones inflacionarias y la desaceleración del crecimiento de la cartera de crédito le permitieron a la autoridad monetaria mantener una política complementaria al impulso a la actividad económica, mediante reducciones sucesivas desde julio de 2012 de la tasa de interés de intervención, hasta dejarla inalterada en 3,25 % desde marzo de 2013.
Este descenso se ha transmitido a las tasas de los diferentes tipos de crédito y ha permitido un favorable ritmo de expansión de la cartera total de crédito, que presentó en noviembre un crecimiento anual promedio de 14 %.
Con el propósito de contrarrestar la tendencia a la apreciación del peso, el Gobierno de Santos y el Banco de la República incrementaron el ritmo de acumulación de reservas internacionales mediante metas de compra de divisas previamente anunciadas.
Asimismo, el Ejecutivo redujo las necesidades de endeudamiento externo y compró divisas en Colombia para atender los pagos de deuda externa.
Con estas intervenciones, la tasa de cambio con respecto al dólar presentó una depreciación real cercana al 5 % entre octubre de 2012 y el mismo mes 2013.
El debilitamiento de la demanda global, junto con un menor nivel de los términos de intercambio y en el valor de las ventas externas explican la desaceleración de las exportaciones colombianas, que en los nueve primeros meses del año presentaron crecimientos negativos, frente al año anterior (-2,6 %).
Asimismo, se observa una caída de las importaciones totales (-0,4 %), explicada por una mayor disminución en la compra de manufacturas.
Así, el déficit en cuenta corriente, que para el primer semestre representó el 3,2 % del PIB, se mantendría alrededor de esa proporción y para 2014 se espera un mayor dinamismo de la demanda externa, ante un mejor comportamiento de la economía estadounidense y un mejor desempeño de la zona euro.
Por su parte, la tasa de inversión ha venido aumentando de forma sostenida hasta acercarse en 2013 al 28 % del PIB, incrementando el potencial de crecimiento económico a medio plazo.
El objetivo de rango de inflación establecido por el Banco de la República para 2013 está entre el 2 % y el 4 %, con una meta puntual del 3 %, igual al año anterior.
La expectativa de inflación para fines de 2013 se sitúa en la parte inferior del rango, aunque se espera un leve aumento en los precios durante noviembre y diciembre.
Para 2014, las autoridades mantuvieron el mismo rango de la meta de inflación.
Por otro lado, el comportamiento de la economía colombiana ha estado acompañado de una disminución de la tasa de desempleo y de un crecimiento del empleo asalariado.
Entre enero y octubre, la tasa de desempleo fue de 9,9 %, inferior a la reportada en el mismo periodo el año anterior (10,6 %).