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Comienza la emergencia económica en Cúcuta

Hoy el Gobierno firma el decreto con el cual espera tener flexibilidad para atender la tensión en Cúcuta. Expertos concuerdan en que políticas de empleo son prioritarias.

Camilo Vega Barbosa
07 de septiembre de 2015 - 02:00 a. m.

Hoy el Gobierno decretará formalmente la emergencia económica en la frontera entre Colombia y Venezuela, específicamente en Cúcuta. La medida se toma después de casi 20 días de dramáticos éxodos de colombianos residentes en el país vecino y de que la semana pasada la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) decidiera salir del paso de la tensión entre ambos países y no apoyar la reunión de cancilleres que pidió el presidente Juan Manuel Santos.

La firma del decreto de emergencia económica es sólo el comienzo, pues el Gobierno tiene un plazo de 30 días, prorrogable por otros 60, para implementar las medidas de ayuda a los colombianos afectados por el cierre de la frontera con Venezuela. Al respecto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, aseguró en el programa 6 a.m. hoy por hoy, de Caracol Radio, que “un estado de emergencia económica por la crisis en la frontera con Venezuela le da a país flexibilidad para tomar decisiones concretas, como en materia presupuestal”.

Una de las medidas del Gobierno está dirigida a las 200.000 toneladas de carbón represadas en la frontera. La ministra de Transporte, Natalia Abello, anunció que hay un plan para mover este mineral. Si bien todas las opciones requieren de un tramo de carga por carretera, una se combina con transporte fluvial y otra con el férreo. La menos viable, sin embargo, es la del recorrido en camión hasta la capital de Atlántico, debido a los altos costos operativos, de peajes y combustible que implicaría y por el largo recorrido, de más de 600 kilómetros.

Además, la ministra de Comercio, Cecilia Álvarez, anunció la apertura de una línea especial de apoyo a las empresas de Norte de Santander por un monto de $80.000 millones, la mitad de los cuales se podrá destinar a insumos de trabajo y para la consolidación o sustitución de pasivos. La parte restante será para programas de modernización de las compañías.

Sin embargo, el drama que se vive en la frontera es sobre todo social. De acuerdo con la Sala de Situación Humanitaria de Colombia, desde el 21 de agosto han ingresado al país 1.355 deportados que ahora tendrán que ganarse la vida en la ciudad con la segunda tasa de desempleo más alta del país y donde solo el 15% de los trabajadores son formales.

El rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo, explicó que “lo que debe buscar la estrategia de emergencia económica fijada por el Gobierno es definir qué va a ser de la vida económica de la gran cantidad de personas que están llegando a Cúcuta, una ciudad que antes de este drama ya presentaba cifras altas de desempleo e informalidad, por lo que debe haber programas en los que se brinden capacitaciones y vinculaciones al mercado laboral formal. Además, no se puede desconocer que Venezuela es el lugar de trabajo de miles de colombianos. Y también es necesario crear un mecanismo con el cual se den beneficios particulares y acompañamiento a las empresas que estaban exportando, entre las cuales están las agrícolas”.

Eduardo Sarmiento, director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, indicó que “la tensión que se vive actualmente es muy típica de todas las fronteras. Debido a que los precios en Venezuela son más bajos que en Colombia, las personas tienden a migrar. Por ello esta problemática está atada al diferencial de precios de ambas naciones, por lo que es necesario crear condiciones para que los colombianos se queden de este lado de la frontera. Cúcuta es una zona donde hay problemas serios de informalidad y de oportunidades laborales, por eso es muy importante que se les dé a estas personas una posibilidad de empleo en el país. Además, no se puede prescindir de la posibilidad de dar una serie de subsidios para que los deportados puedan tener acceso a una vivienda y las demás necesidades básicas”.

Respecto al contrabando de combustible, uno de los principales problemas en la frontera, pero igualmente una de las principales fuentes de informalidad de Cúcuta, Álvaro Younes, presidente de Fedispetrol, considera que “pese al decreto de emergencia económica fijado por el Gobierno, todavía no es claro lo que esta medida pueda hacer al respecto. Da horror decirlo, pero pareciera que el problema del contrabando ha sido alimentado por las grandes instancias del Estado”.

Por Camilo Vega Barbosa

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