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Los US$1.500 millones que invertirá Celsia

La empresa eléctrica espera iniciar trabajos en dos proyectos de generación hidráulica: Porvenir II y San Andrés de Cuerquia, que en conjunto sumarán 400 megavatios.

Jorge Sáenz Vargas
28 de junio de 2016 - 03:00 a. m.
La compañía está instalando paneles para industrias, comercios y unidades residenciales en Colombia.  / Cortesía
La compañía está instalando paneles para industrias, comercios y unidades residenciales en Colombia. / Cortesía

Un nuevo escenario de generación eléctrica va tomando fuerza en Colombia apoyado en el aire y el sol. Salvo Ituango, el país no tiene un gran proyecto en el frente nacional para la producción de electricidad que le dé respaldo al sistema y satisfaga la demanda de acuerdo con el crecimiento de la economía. “Nosotros esperamos seguir creciendo en energía renovable, eólica y solar”, dice Marcelo Álvarez, el vicepresidente de generación de Celsia, una empresa ligada a la fabricación de cigarrillos, inversiones y generación. (Lea: La industria se queja de los precios de la energía) 

Entre sus planes inmediatos contempla, por ejemplo, realizar inversiones por un poco más de US$1.500 millones en proyectos de generación hidráulica, solar y eólica. “Creemos que tenemos clientes y una estrategia de negocios que nos permite desarrollar los proyectos”, destaca Ricardo Sierra, presidente de la compañía. EPM ha solicitado al Gobierno incentivos para el desarrollo de energía renovable no convencional. Un buen número de empresarios enfocan sus acciones hacia ese tipo de energía y esperan señales claras del Gobierno. El Niño, que recién terminó, aceleró el interés por formas más limpias de energía. (Lea: Energías renovables parecen no convencer a Colombia)

Celsia viene empujando los trabajos en granjas y techos solares. “Ya tenemos más de 10 megavatios contratados, y eso nos pone como la primera compañía en instalaciones solares del país”, señala Sierra. Unilever ha mostrado alto interés para adquirir energía renovable no convencional. “Estamos desarrollando el plan Cinco Caribe en la Costa, granjas solares, dos centrales hidroeléctricas, y fuera de eso mucho trabajo con los clientes en temas de distritos térmicos”, remarca el presidente de la sociedad al reiterar que “vemos con muy buenos ojos la iniciativa de vincular más energía renovable no convencional a la matriz energética colombiana. Se necesita más sol y viento”. El objetivo es claro: Celsia quiere crecer en las nuevas energías “del orden de 600 megavatios”, dice Álvarez.

En energía renovable no convencional tienen en la mira proyectos solares y eólicos. “Tenemos una cartera de 300 megavatios. En fotovoltaicas, granjas solares, de 200 a 250 megavatios, ya están con un nivel de avance importante en su tramitación ambiental o de ingeniería para iniciar su ejecución en los primeros seis meses de 2017”. En eólicos “tenemos una proyección de 350 megavatios concentrados en La Guajira”. Esas iniciativas tienen estudios de factibilidad en desarrollo para iniciar su tramitación ambiental. Para los proyectos solares fotovoltaicos, la inversión estimada es del orden de los US$250 millones, y para las iniciativas eólicas, de US$450 millones.

Mauricio Llano, vicepresidente de asuntos regulatorios de Celsia, explicó que la compañía está enfocada en dos tipos de expansión. En primer lugar, instalando paneles para industrias, comercios y unidades residenciales. “En eso es importante que los beneficios de la Ley 1715 se apliquen de manera ágil y expedita y que la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) reglamente lo que le corresponde”. La segunda tiene que ver con el área de expansión de las granjas solares y los parques eólicos, “en los cuales esperamos que el Gobierno desarrolle algunos mecanismos adicionales al cargo por confiabilidad para que estos proyectos puedan hacerse realidad”.

Para el próximo año Celsia espera iniciar trabajos en dos proyectos de generación hidráulica: Porvenir II y San Andrés de Cuerquia, ambos en Antioquia, que en conjunto sumarán 400 megavatios. “Esperamos iniciar su construcción tan pronto se logre el cierre financiero, para lo cual se está buscando financiamiento, ya sea a través de mecanismos tradicionales o de alguna sociedad”, dijo Álvarez. La inversión estimada para Porvenir II es de US$800 millones.

San Andrés de Cuerquia, con 20 megavatios, se encuentra en la última etapa de especificaciones para sacar los pliegos de licitaciones. “Esperamos en el segundo trimestre del próximo año las adjudicaciones de los contratos para su ejecución”. Se calculan otros US$65 millones en este espacio.

Reglamentación clara

Ricardo Sierra dice que el sector eléctrico está esperando cambios de regulación en el precio de escasez: “Es necesario, para el próximo verano y para el próximo Niño, que se sepa claramente cuál es la nueva regla de remuneración de las plantas térmicas”. Marcelo Álvarez indica que la regulación debe dar las garantías para hacer las inversiones en energías renovables y fuentes de respaldo que permitan mantener plantas térmicas y grandes hidroeléctricas que sustenten el mercado cuando “nos falten el viento o la radiación solar”.

Diciembre es un punto crítico en la nueva regulación, debido a que la planta de regasificación que va a permitir importar gas natural licuado (GNL) empieza a operar. “Ese gas nos va a servir para generar energía en tres plantas fundamentales para el sistema: Tebsa, Termocandelaria y Zona Franca Celsia”, destaca Mauricio Llano. La planta se construye con una inversión de US$140 millones y la terminal va a estar en capacidad de movilizar hasta 7’360.000 metros cúbicos de gas natural licuado al año.

Por Jorge Sáenz Vargas

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