Julián Andrés y Jimena Astudillo murieron abrazados. Dos niños, el pequeño de 11 y la niña de 6. Eran los hijos de Julián Astudillo un hombre colombomexicano. (Lea: Terremoto en México: la lucha ahora es contra el tiempo)
Astudillo se encontraba en Cali el día que ocurrió el terremoto de 7,1 grados que sacudió a México y que hasta el momento ha dejado más de 270 muertos. Sin embargo, sus hijos, de nacionalidad mexicana, se encontraban en el apartamento en el que vivían. Era un segundo piso del edificio Erasmo Castellanos, ubicado en Ciudad de México, uno de los epicentros de la tragedia que hoy enluta al mundo entero. (Lea: Equipo de 31 expertos colombianos se sumó a labores de búsqueda rescate en México)
Ese día, el destino jugó sus cartas, los niños no quisieron ir al colegio. Se quedaron en el apartamento y estaban esperando a que llegara su madre, pero eso nunca ocurrió. Cuando la mujer regresó se encontró con el peor miedo de una madre: sus hijos estaban sin vida. El sismo hizo que el edificio de cinco pisos colapsara. Tres pisos les cayeron encima.
“Se quisieron quedar en la casa y sucedió lo que sucedió. Estaban asfixiados y lo más doloroso es que murieron abrazaditos”, le relató Astudillo a Noticias Caracol.
Lo más insólito es que en el colegio al que asistían los niños no le pasó nada. Su padre cree que "Dios los necesitaba". El funeral de los hermanitos se llevará a cabo este viernes en México. Astudillo no ha podido ir a causa de la huelga de Avianca, pero espera poder alcanzar a llegar para darle el último adiós a sus hijos.