Fujimori está detenido desde septiembre pasado en una prisión construida en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía, en el distrito de Ate-Vitarte, al este de Lima.
Su cumpleaños coincide con el aniversario de la independencia peruana y lo pasó purgando una condena a seis años de cárcel, dictada en diciembre del año pasado por el ilegal allanamiento de la vivienda de la esposa de su ex asesor Vladimiro Montesinos en el 2000.
En la etapa final de la instrucción oral del proceso que se le sigue por violaciones a los derechos humanos, un grupo de sus partidarios acudió el pasado viernes a las cercanías de la Diroes para ofrecerle una serenata desde la distancia.
En medio de consignas y lemas a favor de su inocencia, los fujimoristas secundaron a la congresista Keiko Fujimori, hija mayor del ex gobernante, quien consideró “increíble” que su padre esté en prisión después de haber vencido, en su opinión, a los grupos terroristas.
Fujimori está siendo procesado por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), cometidas por el grupo militar encubierto Colina, y por los secuestros de un periodista y un empresario tras el autogolpe de Estado de 1992.
La fiscalía ha pedido para él una condena a 30 años de cárcel, por considerarlo responsable de planificar, organizar y dirigir ("autor mediato") esos casos.
Sin embargo, los analistas consideran que el fujimorismo logró el pasado fin de semana una victoria política al instalar como primer vicepresidente del Congreso a Alejandro Aguinaga, el médico personal del ex mandatario.
Esta elección se dio luego de que el gobernante Partido Aprista Peruano (PAP) pactara con el fujimorismo y parlamentarios de otras bancadas para mantener la presidencia del Legislativo, que será ejercida durante un año por el oficialista Javier Velásquez Quesquén.
Las negociaciones que antecedieron a la formación de las listas de candidatos incluyeron también una visita a Fujimori por parte del ministro del Interior, el aprista Luis Alva Castro, según afirmaron medios locales.
En la cita, Fujimori supuestamente pidió al oficialismo la primera vicepresidencia del Congreso, así como beneficios carcelarios, comentaron analistas políticos como el ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi.