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Ardi, el esqueleto del antepasado más antiguo del hombre

Este homínido habitó zonas boscosas africanas hace aproximadamente 4.4 millones de años.

Elespectador.com
02 de octubre de 2009 - 06:26 p. m.

Al equipo internacional de científicos, conformado por 47 expertos de 10 nacionalidades distintas, les tomó 17 años juntar y analizar las piezas para reconstruir el esqueleto del antepasado más antiguo del hombre conocido hasta hoy.

Los resultados de la compleja y extensa investigación fueron presentados esta semana en varios artículos publicados por la Revista Science.

Ardi, como bautizaron a este homínido que habitó zonas boscosas africanas hace aproximadamente 4.4 millones de años, guarda secretos hasta ahora desconocidos por los paleontólogos sobre las primeras etapas de la evolución humana. También sobre nuestro origen común con chimpancés, orangutanes y otros primates.

"La anatomía del homínido que describimos en estos artículos altera de manera fundamental nuestro conocimiento de los orígenes del hombre y su temprana evolución", explicó el biólogo evolucionista C. Owen Lovejoy de la Universidad de Kent State.

Hasta hoy, el antepasado común más antiguo conocido por la ciencia era Lucy, perteneciente a la especie Australopithecus afarensis y que vivió hace 3.2 millones de años. Arni, un millón de años más vieja, permitirá reconstruir un fragmento aún mayor de nuestro árbol genealógico.

Dieta de plantas

Por lo pronto se sabe, gracias a los análisis de las piezas esqueléticas y dentales de Ardi que era omnívora, a diferencia de los chimpancés de hoy, su dieta incluía plantas, hongos, invertebrados y quizás pequeños vertebrados. Que pesaba unos 50 kilos y su cerebro era de un tamaño similar al de un chimpancé.

"Ardi no era un chimpancé pero tampoco era humana," escribió Tim White quien dirige el Human Evolution Research Center de la Universidad de California en Berkeley. White se refiere a que estos Ardipithecus ramidus, como han sido clasificados, trepaban sobre sus cuatro extremidades a los árboles de las zonas boscosas que habitaron, pero cuando estaban en tierra caminaban erguidos sobre sus dos extremidades sin apoyarse en los nudillos de sus manos.

Hasta ahora, la creencia extendida en la comunidad científica era que el antepasado entre los chimpancés y los humanos era más parecido a los primeros que a los segundos. Ardi replantea esa creencia y le da la razón al famoso evolucionista Charles Darwin que hace 150 años había advertido que lo mejor era ser cautos y la única manera de saber la apariencia de ese antepasado común era encontrarlo.

Pero la tarea del equipo de investigadores fue un poco más allá que la reconstrucción de Ardi. En el mismo lugar donde en 1992 fueron identificadas unas piezas dentales de este homínido también se hallaron otras 110 piezas que podrían pertenecer a unos 36 individuos similares a Ardi y unos 150.000 fósiles de plantas y animales. En el reporte de la revista Science los expertos reconstruyen el ambiente en el que vivieron los Ardipithecus ramidus.

Por Elespectador.com

 

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