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Los carteles de Latinoamérica exportan cantidades cada vez mayores de cocaína y metanfetaminas hacia los países emergentes del este de Asia, tal como indicó este miércoles un alto responsable estadounidense de la lucha contra el narcotráfico.
La caída de la demanda en Estados Unidos está llevando a los grupos criminales a buscar nuevos mercados, indicó William Brownfield, subsecretario de la Oficina para Asuntos Internacionales y de Aplicación de la Ley en materia de Narcóticos, en una conferencia de prensa en Manila.
"A medida que Estados Unidos frena cada vez más el flujo de cocaína y metanfetaminas desde América del Sur, las organizaciones de tráfico de drogas buscan nuevos mercados y algunos de ellos están en el este de Asia", dijo Brownfield.
El consumo de cocaína en Estados Unidos cayó más del 40% en los últimos seis años mientras en Europa y Asia los precios de la cocaína están aumentando, explicó. Según Brownfield, aunque las metanfetaminas siguen siendo fabricadas en Asia, las hojas de coca, que sirven de base para la cocaína, provienen en su mayoría de Bolivia, Perú y Colombia.
El responsable estadounidense también destacó el papel de Filipinas en el tráfico mundial de drogas. "Las organizaciones de la heroína en Afganistán y Birmania buscan nuevos mercados en Estados Unidos y Filipinas se convertirá en el punto de salida hacia el Pacífico", dijo Brownfield.
El jefe filipino de antinarcóticos, Arturo Cacdac, dijo que se está investigando la conexión con grupos criminales de México de un gang chino arrestado el año pasado en el país que fabricaba metanfetaminas en Filipinas.
"Es posible que zares de la droga latinoamericanos estén mirando hacia el lejano este, no sólo para vender cocaína sino también metanfetaminas", añadió. William Brownfield está llevando a cabo una gira de diez días en Asia que le llevará también a Tailandia y Japón.