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El proceso de paz no ha reducido significativamente el desplazamiento en Colombia

En el país se registraron 224 mil nuevos desplazados en 2015 por causa del conflicto. Sigue entre los estados con mayor número de desplazados según el Reporte Global de Desplazamiento Forzado.

Daniel Salgar Antolínez
11 de mayo de 2016 - 07:39 p. m.
Campesinos desplazados en Colombia.  / Luis Benavides
Campesinos desplazados en Colombia. / Luis Benavides

Colombia sigue en los primeros lugares entre los países con mayores índices de desplazamiento forzado en el mundo. Así lo indica el Reporte Global de Desplazamiento Forzado, recién publicado por el Consejo Noruego para Refugiados y el International Displacement Monitoring Centre (IDMC).

Según el documento, 27.8 millones de personas fueron desplazadas por la fuerza debido a conflictos y desastres en 2015. En cuanto al desplazamiento ocasionado por conflictos armados, Oriente Medio y África del Norte tienen los peores índices. Durante 2015 en esas regiones se registraron 4,8 millones de personas desplazadas internamente. Siria, Yemen e Irak representan más de la mitad de todos los nuevos desplazamientos internos provocados por conflictos en todo el mundo.

En Colombia, 224 mil personas se registraron como nuevos desplazados durante 2015 por causa del conflicto armado. Christian Visnes, director para Colombia del Consejo Noruego para Refugiados, dice que “a diferencia de los otros países, Colombia reconoce que el desplazamiento es un fenómeno histórico y que hay 6.3 millones de desplazados internos. Por esta razón, sigue ocupando el segundo lugar con el mayor número de desplazados después de Siria. Adicionalmente, el informe destaca que de los diez países con mayor número de desplazados internamente por conflicto, cinco de ellos - Colombia, República Democrática del Congo, Irak, Sudán del Sur y Sudán - han estado en la lista cada año desde 2003. Esto es una prueba del enorme reto que tiene Colombia para lograr que los desplazados internos superen esa condición y logren el acceso a soluciones duraderas”.

Durante los últimos meses se ha hecho evidente que, a pesar de las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Farc en la Habana, el fenómeno del desplazamiento se sigue presentando en muchas regiones de Colombia, y es generado por la presencia y control territorial de diferentes actores no estatales. Los recién denominados Grupos Armados Organizados (GAO) y otros actores plantean grandes desafíos para el país en materia de seguridad pública y desplazamiento después de una eventual firma del proceso de paz. La desmovilización de la guerrilla, sumada a la histórica ausencia estatal y a la presencia de otros grupos ilegales, da paso a nuevas lógicas de control territorial. Eso puede afectar a la población civil y generar más desplazamiento.

Según Christian Visnes, director para Colombia del Consejo Noruego para Refugiados, es preocupante lo que pueda pasar después de la eventual firma entre el Gobierno y las Farc. “El proceso de entrega y desmovilización se da en un país donde la violencia no cesa y hay grupos que no están participando en la negociación y se pueden aprovechar de esta situación. Por eso es importante que no haya impunidad. Es además necesario un Estado Social de Derecho que asegure desarrollo en las zonas rurales, para cerrar las brechas que hay con las zonas urbanas. El estado debe crear confianza que por mucho tiempo estuvo ausente. Un ejemplo es la educación: en Tumaco solamente 1 de 10 estudiantes termina la escuela, esto tiene que cambiar. Las condiciones de educación en el sector rural deben cambiar radicalmente, la historia ha demostrado en Colombia que niños, niñas y jóvenes en condiciones precarias, sin acceso a la educación y sin alternativas para el futuro, es la receta de un desastre”.

La idea de bombardear a los GAO genera preocupaciones en el sector humanitario. En palabras de Visnes, “la luz verde a los bombardeos contra los Grupos Armados Organizados genera ventajas militares para el Estado, pero la luz roja debe estar siempre activa para proteger a los civiles. Hoy sólo en el sur del departamento del Choco hay más de 3 mil desplazados y 4 mil personas tienen restricciones a la libre movilidad debido a los combates y bombardeos que se llevan a cabo en la zona. Lograr el fin del conflicto nos concierne a todos. Hay que cambiar la forma en que Colombia soluciona sus problemas. La negociación de paz es solo el primer paso que debe darse para detener el desplazamiento forzado”.

Pero lo más preocupante no es lo que pueda pasar en el posacuerdo, sino lo que ya ha pasado en los últimos años durante el proceso de paz. Colombia ocupa el octavo lugar en el ranking mundial de los países con mayor número de "nuevos" desplazados en el 2015: fueron 224 mil personas registradas como nuevos desplazados e el país. Mientras no se detenga este problema del desplazamiento, Colombia seguirá en el club donde está Siria, Irak o Sudan.

Con el proceso de paz se ha registrado una muy leve reducción en el número de desplazados internos. Para 2014 los desplazados fueron 249.000. Antes de que se iniciara el proceso de paz, en 2011, la cifra llegaba a 260.000. Los cambios no son muy significativos. “A pesar del gran esfuerzo del Gobierno de Colombia y de la decisión de cese al fuego unilateral de las FARC, el conflicto armado y la violencia siguen obligando a las poblaciones locales a abandonar sus hogares. Por ésta razón es urgente lograr una salida negociada del conflicto y acabar con el sufrimiento de campesinos, indígenas y afrocolombianos. Los acuerdos de La Habana deben traducirse en acciones concretas para proteger a la población civil y evitar nuevos desplazamientos”.

*Vea el reporte completo aquí. 

 

Por Daniel Salgar Antolínez

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