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La investigación realizada por El Espectador, en la que se analiza a profundidad lo sucedido con la caída del vuelo 203 de Avianca, en 1989, en el que murieron 107 personas, y al parecer no se estudió de forma suficiente la hipótesis de que se tratara de una falla mecánica, ha generado diferentes reacciones. Entre ellas la de los familiares de quienes perdieron la vida en este hecho, que, agremiados la Fundación Memoria Colombia, rechazaron este trabajo periodístico. (Esta es la primera entrega de la investigación: Avianca 203, la historia que nunca nos contaron. Una grieta en la historia oficial)
Señala un comunicado enviado a El Espectador que no están de acuerdo porque se desmienten hallazgos ya realizados por autoridades nacionales e internacionales. Afirman que la intención del diario es “enganchar” lectores sin importar revictimizar a los familiares. (Esta es la segunda entrega de la investigación: El soplón del FBI)
El director del periódico El Espectador, Fidel Cano, respondió a las críticas de los familiares de las personas que murieron en este incidente. Señaló que no es “ni estrategia comercial ni mucho menos intereses oscuros. Esto no es una noticia, es una investigación periodística que nos ha tomado casi un año de revisión minuciosa de documentos y fuentes y que no se resuelve en una publicación rápida de un solo día. Eso sí sería irresponsable”. (Esta es la síntesis en vídeo con la que El Espectador explica los motivos y el contenido de la investigación)
Fidel Cano agrega que “puede ser que la teoría que hemos conocido hasta ahora sea cierta, y cada una de las pruebas que señalan las víctimas en el comunicado se analizan en esta investigación, pero hay razones para pensar que hay otra historia que merece ser evaluada y que también presenta hechos consistentes”.
Los familiares de las víctimas además plantean los argumentos por los cuales ellos consideran que la caída de este avión efectivamente se dio por un acto terrorista ordenado por el capo del narcotráfico Pablo Escobar Gaviria.
El primer argumento es que presuntamente miembros del FBI habían encontrado rastros del explosivo C4 en el fuselaje del avión, que los miembros de la tripulación se percataron de que tenían 102 pasabordos que no coincidían con los 101 pasajeros. Suman a estas pruebas las declaraciones de sicarios del cartel de Medellín como John Jairo Velásquez alias ‘Popeye’ y Carlos Alzate Urquijo alias ‘Arete’ que reconocen este hecho como un atentado terrorista.
Plantean una duda concreta “Después de 27 años de total indiferencia con el caso, ¿a quién le interesa que este crimen pierda sus condiciones para que no prospere ante este tipo de instancias? ¿Qué tiene que ver con las condenas que se dictaron hace un par de semanas en el caso del doctor Luis Carlos Galán?”.
Y entre las críticas también señalan que no entienden por qué esta investigación periodística será entregada en varias ediciones, aseguran, “como si se tratara de una novela o una serie" y no un asunto que involucra a familias y víctimas.
Este es el comunicado completo de los familiares de las víctimas:
¿Una estrategia comercial o intereses oscuros?
El diario El Espectador revictimiza a las víctimas del atentado narcoterrorista del avión de avianca.
Las familias víctimas del atentado al avión de Avianca, quienes hacemos parte de la Fundación Colombia con Memoria, queremos manifestar nuestra inconformidad por el enfoque que le da el diario El Espectador a la investigación anunciada y publicada en su edición del día de hoy, en la cual cuestionará si el evento fatídico ocurrido el 27 de Noviembre de 1989 con la explosión del Boing 727 de la empresa Avianca, fue o no, un atentado narcoterrorista perpetrado por el Cartel de Medellín y en el cual fallecieron nuestros 107 familiares, o correspondió a una falla mecánica.
Con el respeto que nos merece el ejercicio periodístico, el cual parece no ser recíproco por parte de este diario hacia el dolor de 107 familias, queremos manifestar lo siguiente:
1. Sí el ánimo del diario El Espectador es contribuir a la reconstrucción de uno de los episodios más dolorosos de la historia de nuestro país, que aporte las pruebas obtenidas de su investigación donde DESMIENTE a las mismas autoridades nacionales e internacionales que intervinieron en la indagación y peritaje de los hechos por ser las encargadas de establecer las condiciones de modo, tiempo y lugar en las cuales se pudo dar este atentado terrorista.
2. La investigación del diario El Espectador revela, lo que es para nosotros una estrategia comercial con la cual quieren “enganchar” a los lectores para que compren ocho ediciones consecutivas del diario, sin importar lo que signifique para las familias tener que revivir durante una semana completa, este acto terrorista que tanto dolor nos causó.
3. En caso que el diario insista en la publicación de esta investigación por considerarlo un tema de interés nacional y no una estrategia comercial y de redes sociales, solicitamos que realice una sola edición especial con toda la información como una forma de mostrar respeto por el dolor de las familias y no, someternos a la información compartimentada en 8 ediciones para obtener ventas de su diario a costillas del sufrimiento de las víctimas indirectas, hoy revictimizadas por ese periódico nacional.
De igual manera, queremos recordar las razones por las cuales las autoridades consideraron que efectivamente la explosión del Avión de Avianca, si fue un atentado terrorista, y que esto no sucedió como causa de una falla mecánica:
1. La misma hipótesis que esgrime el Diario El Espectador, ya se había contemplado hace un par de años y fue desvirtuada. El FBI que demostró que este episodio había obedecido a un acto terrorista, al encontrarse fragmentos de C4 en el fuselaje.
2. La transcripción de la caja negra, elaborada por parte de las autoridades, revela una conversación entre la azafata y el capitán, en la cual la auxiliar de vuelo le advierte al piloto que tiene 102 pasabordos y ella contó 101 pasajeros porque uno de ellos había descendido de la aeronave (en el avión perdieron la vida 101 pasajeros y seis tripulantes).
3. Que en el lugar de la explosión, se encontraron dos pasabordos, uno a nombre de Julio Mario Santodomingo y otro a nombre de Alberto Prieto, ninguno de los dos aparece en la lista de las víctimas. Estos pasabordos fueron utilizados por las personas que participaron en el atentado.
4. Hay dos pruebas testimoniales, una de Carlos Alzate Urquijo alias “El Arete”, quien presuntamente fue la persona que subió la bomba al avión y reconoció su participación en este atentado, y de John Jairo Velásquez alias “Popeye”, quien ha contribuido a establecer las condiciones en las cuales se transportó la bomba hasta el avión en complicidad de Carlos Castaño.
5. A partir de la lectura que hacemos sobre la situación que vivía el país, es claro que el atentado iba dirigido a Cesar Gaviria, quien había recogido las banderas de Luis Carlos Galán. El avión de Avianca marca la hora cero a partir de la cual el Cartel de Medellín inicia una serie de ataques terroristas contra la población civil. Vale la pena recordar que a los ocho días estalló la bomba del DAS.
6. Los entonces llamados Extraditables, se atribuyeron ese atentado al cabo de unos minutos de haber ocurrido.
7. Se ha establecido que el avión había recibido la revisión técnica previa al inicio del vuelo.
Ahora nos preguntamos ¿Cuál es el interés de querer redireccionar la investigación del atentado al avión de Avianca después de 27 años, justo cuando el país se encuentra en medio de un proceso de paz que contempla, la creación de un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (Acuerdo Final, numeral 5.1.), el cual:
(…)“parte del principio de reconocimiento de las víctimas como ciudadanos con derechos; del reconocimiento de que debe existir verdad plena sobre lo ocurrido; del principio de reconocimiento de responsabilidad por parte de todos quienes participaron de manera directa o indirecta en el conflicto y se vieron involucrados de alguna manera en graves violaciones a los derechos humanos y graves infracciones al derecho Internacional Humanitario”.
Este Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, nos abriría las puertas para que el caso del avión de Avianca pueda ser llevado ante esta jurisdicción ya que, al haber sido reconocido como un crimen cometido en el marco del conflicto armado, cumpliría con las condiciones anteriormente anunciadas.
Nuestra pregunta es concreta: Después de 27 años de total indiferencia con el caso, ¿a quién le interesa que este crimen pierda sus condiciones para que no prospere ante este tipo de instancias? ¿Qué tiene que ver con las condenas que se dictaron hace un par de semanas en el caso del doctor Luis Carlos Galán?
Reiteramos, si desean publicar la investigación realizada por los periodistas que lo hagan en una sola edición. Esto no es una novela, ni una serie, es un caso de la vida real que involucra seres humanos y familias enteras. Exigimos respeto. Somos VÍCTIMAS, familias que merecen la misma consideración que cualquier víctima del conflicto armado interno, y que tenemos el derecho a que no se nos revictimice a través de una estrategia comercial del diario El Espectador de sacar ocho ediciones que remueven todo el dolor de 107 familias o de plantear tesis que a todas luces deben contar con intereses oscuros.
Atentamente,
Familias víctimas del atentado al avión de Avianca
Fundación Colombia con Memoria