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El ministro de Defensa, Gabriel Silva, aseguró en una entrevista a un diario brasileño que, así como algunos países le piden garantías de no intervención, Colombia también quiere seguridad de que sus vecinos no permitirán bases para la guerrilla y el narcotráfico.
"Necesitamos un acuerdo de garantías y de compromisos en la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) de que esas dos cosas no ocurrirán más" , afirmó Silva en una entrevista publicada hoy por el diario O Estado de Sao Paulo.
"Ni acciones en territorios vecinos ni centros de estrategia y de comando y control del narcotráfico y del narcoterrorismo en otros países", agregó Silva al ser interrogado sobre el ataque de militares colombianos a una base de las Farc en Ecuador en marzo de 2008.
Silva agregó que los países vecinos no tienen motivos para preocuparse por el acuerdo entre Colombia y EE.UU., que permitirá que militares estadounidenses utilicen bases en su país, ya que el mismo se fundamenta en "el respeto a la soberanía en los demás países y la no intervención en asuntos internos".
Aseguró que Colombia aún no tiene cómo presentarle ese acuerdo a los vecinos que exigen garantías debido a que el mismo todavía no está firmado.
"No puedo enviar copias de un acuerdo que está siendo evaluado por el Consejo de Estado. Solo después de eso el acuerdo será firmado", indicó.
Según Silva, la posibilidad de que Colombia presente el texto del acuerdo a sus vecinos también depende de la agenda de la Unasur.
"En la declaración de Bariloche (Argentina) los presidentes (de la Unasur) aceptaron discutir todos los acuerdos juntos, incluso los de lucha contra el narcotráfico, la no tolerancia de la presencia de grupos armados e ilegales en otros países, la cooperación contra el tráfico de armas y la construcción de confianza", dijo.
"La Unasur no puede concentrarse solo en uno de los temas. Es necesario que haya simetría", agregó.
El ministro colombiano aseguró que su país nunca ha cuestionado los acuerdos de transferencia de tecnología militar entre Francia y Brasil debido a que Colombia respeta el derecho de cada nación de definir su estrategia de seguridad y cooperación internacional.
"La ventaja es que Brasil y Colombia son democracias y serán sus electores quienes definirán si los actos de sus Gobiernos están correctos o no. Colombia no tiene una política de compra de armas estratégicas para la defensa externa debido a que el pueblo dio un mandato para la seguridad interna", aseguró.
"No amenazamos países diciendo que vamos a bombardear su capital en cinco minutos", agregó Silva en una aparente referencia a comentarios del presidente venezolano, Hugo Chávez, aunque sin mencionarlo.