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Un total de 2,4 millones de colombianos ha sido víctima del desplazamiento forzado desde 2002, cuando el presidente Álvaro Uribe llegó al poder, lo que supone la mitad de los 4,9 millones registrados en los últimos 25 años, según la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes).
Esta ONG, dedicada al estudio del conflicto armado colombiano, presentó su Informe 2009 en una conferencia de prensa en la que analizó la política de seguridad democrática del Gobierno, el eje central de la gestión de Uribe.
Sólo en 2009 "alrededor de 286.389 personas fueron desplazadas" , un 24 por ciento menos que en 2008, cuando se registró la cifra récord de 380.863, según el presidente de Codhes, Jorge Enrique Rojas.
"Es evidente que hay avances en algunos sectores de la sociedad, pero no para toda la población, lo cual pone en entredicho el componente democrático de la política de seguridad" , agregó.
Estas cifras "cuestionan seriamente ese modelo" político, basado en el control del territorio nacional y en la lucha militar contra las guerrillas.
Por eso, Rojas consideró que Colombia se encontraría ante "un salto al vacío si persiste la guerra interna, el despojo y la no restitución de tierras, la irrupción de nuevas bandas paramilitares, la diseminación de cultivos de uso ilícito, la fragmentación de carteles de la droga y el modelo de desarrollo rural que acentúa la iniquidad y profundiza la injusticia social en el campo".
Los departamentos más afectados son Chocó, Nariño, Antioquia, Córdoba, Cauca, Arauca, Valle del Cauca, Risaralda, Bolívar, Cesar, Meta y Guajira.
Codhes anota que "sólo Nariño registra el 56 por ciento del total por eventos masivos" de desplazamiento.
Nariño, departamento fronterizo con Ecuador y donde habitan buena parte de los indígenas colombianos, es el más afectado por el conflicto ya que el Ejército mantiene enfrentamientos constantes con las Farc, la mayor guerrilla del país.