Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La acusación formal contra Rafael Uribe Noguera por el secuestro, abuso y asesinato de la menor Yuliana Samboní, está lista. Como lo había prometido, la Fiscalía recopiló y analizó en tiempo récord las pruebas contra Uribe Noguera por el atroz crimen, y este jueves radicó el escrito en el que lo inculpa por los hechos que ocurrieron el día 4 de diciembre, cuando la menor fue raptada justo al frente de su humilde vivienda. En ese punto inició la ruta criminal que finalizó horas más tarde en un lujoso pent-house del edificio Equus 66, donde fue encontrado el cadáver de la menor. (Lea: Rafael Uribe Noguera aceptó ante la Fiscalía que mató a Yuliana Samboní)
El confeso asesino de la pequeña de 7 años será acusado por tres delitos, uno menos que en el señalamiento inicial que hizo el ente acusador. Feminicidio agravado y acceso carnal violento agravado, en concurso con secuestro simple agravado, son los tres delitos por los cuáles será juzgado el sujeto de 38 años. Los cargos por tortura, el otro delito que se había tipificado inicialmente, serán incluidos en el de acceso carnal violento, por lo que se configurará como un agravante. (Lea: Uribe Noguera sí mató a Yuliana Samboní y el vigilante de Equus 66 mintió)
En total, son 100 pruebas las que reunió la Fiscalía. De esos 100 argumentos, al menos 30 son de tipo audiovisual, recopilados de las cámaras de seguridad de los dos diferentísimos sectores en los que se desarrolló el salvaje crimen: el humilde barrio Bosque Calderón Tejada en el que residía la familia Samboní Muñoz, que fue desplazada del Cauca y llegó a Bogotá huyendo de la violencia; y, cuadras más abajo, el sector de Chapinero Alto, rodeado de exclusivo bares y restaurantes, en el que estaban ubicados los dos edificios en los que habría sido consumado el abuso y asesinato de la pequeña Yuliana. Esos videos, además, evidencian los momentos en que la menor aún estaba con vida. (Lea: Fiscalía investigará filtración de pruebas en caso Yuliana Samboní)
El resto de pruebas son testimonios, documentos, exámenes científicos y biológicos, con los que la Fiscalía concluyó que, sin ninguna duda, el crimen fue cometido por el hombre que se graduó de arquitecto y pertenecía a una influyente familia bogotana. Con todos estos argumentos, el ente acusador pedirá la máxima condena permitida en Colombia actualmente: 60 años de cárcel, que de ninguna manera serán negociados por más de que el asesino de la menor haya confesado su crimen ante la Fiscalía. De hecho, ahora Uribe Noguera deberá ratificar su confesión ante el juez del caso, al que ya fue presentado el escrito.
La confesión de Uribe Noguera es vital para que la sentencia salga lo más rápido posible, debido a que en un principio se declaró inocente. Si continuaba sin aceptar los cargos, el país hubiera sido testigo de un juicio, seguramente muy similar al de otros crímenes que luego de decenas de audiencias, interrogatorios, pruebas y testigos, siguen sin resolverse. (Lea: Crímenes contra niños: muchas denuncias y pocas condenas)
Queda aún por establecerse qué papel jugaron las otras tres personas que, hasta ahora, se sabe que de una u otra forma participaron de los hechos: los hermanos Uribe Noguera (Catalina y Francisco), y Fernando Merchán, el vigilante del edificio Equus 66 que se suicidó en el baño de su casa cinco días después del crimen, y fue posiblemente uan de las personas que indirectamente permitió que Yuliana.